Tan lejos como los 38 meses que faltan para las elecciones de mayo de 2028 (1,158 días), pero ya abundan los que aspiran a la presidencia de la República. Sin exagerar, se puede decir que a diario hay uno nuevo, muchos sin condiciones para escalar tan elevada cumbre. Hay algunos jóvenes que transgreden una norma elemental: No se aconseja quemar etapas cuando se hace carrera política. Pero sin dudas que muchas de esas aspiraciones son truculentas y engañosas, consistentes en aspirar arriba para transar abajo. O sea, arrancan candidateándose para presidentes de la República y a la postre se conforman hasta con una diputación. Para esos desesperados, un consejo de Sócrates, que reprendía “a los hombres que se van tras sus codicias y apetitos y no siguen la razón”.