El Obispado de Higüey, en República Dominicana, tiene a su cargo el Museo de la Altagracia, un espacio de historia, arte y devoción donde se conserva el patrimonio artístico e histórico que posee el santuario de la Catedral Basílica Nuestra Señora de La Altagracia.La finalidad es valorarlo, además de restaurarlo y mostrarlo para que los ciudadanos nacionales e internacionales lo conozcan y admiren, y que así se identifiquen con él y difundan las tradiciones religiosas y culturales en otras latitudes.
Situado en los Jardines de la Basílica, conserva entre sus muros interminables murmullos de las leyendas sacras de la isla, comprendidas en siete salas de exhibiciones que cautivan a los visitantes que a diario se desplazan en grupos o de forma individual para conocer lo que guardan sus paredes, compartir con los altagracianos y disfrutar una experiencia enriquecedora.
La primera piedra fue colocada el 9 de junio del año 2009, obra que atesora las peticiones, fe y creencias de todo un pueblo devoto y ferviente, creyente, que mantiene la fe en lo invisible a ojos humanos. Un carisma espiritual capaz de mover la roca más fuerte. El Museo de La Altagracia, como colección del folklore y sincretismo religioso dominicano, fue inaugurado el 26 de julio de 2012. Desde entonces ha recibido alrededor de 100 mil personas de todos los estratos sociales y culturales que disfrutan de un recorrido guiado por personal capacitado, en el que explican la idiosincrasia religiosa del pueblo dominicano conservada en 1,800 metros cuadrados para recibir a peregrinos de todo el país.
Poder ver la manifestación de la fe cristiana y la advocación mariana plasmada a través de objetos y manifestaciones por el carácter espiritual, independientemente de la religión que se profese, para sumergirse en la vastedad de este legado de la humanidad, es incomparable.
Los espacios
Los salones de exposición del Museo de la Altagracia contienen el espectro del catolicismo cristiano instaurado desde el nacimiento de Jesús, su madre María y José, cronología que es esbozada desde la sala uno que muestra la Historia y Leyenda de la Virgen de La Altagracia desde su primera aparición en el árbol del Naranjo. Son aconteceres históricos y legendarios de la devoción por María madre desde principios del siglo XVI.
En la sala dos se exhiben los 16 óleos sobre tabla, por su forma oval se conocen como Los Medallones, pintados en el último tercio del siglo XVIII por petición del sacerdote Diego José Hilaris, quien estaba encargado del santuario en ese momento. Su temática, calidad pictórica y conocer su autor la hacen única en la historia del nuevo mundo.
Desde la sala tres observamos el Arte Sacro que se manifiesta en la pintura peruana, europea y dominicana desde el siglo XVIII hasta el XX. En imaginería resalta un crucifijo peruano e imágenes de vestir realizadas en el país y los llamados ‘Santo Palo’, tallas populares del siglo XIX. Igualmente, completan esta exhibición casullas, manípulos, estolas, cubre cálices y bolsas de corporales del siglo XVIII, un importante sagrario de plata y escapularios o ‘detentes’ del siglo XIX.
Una sala interesante es la cuatro conocida como Del Tesoro que muestra más de 60 piezas de la orfebrería local y de otros países de América de siglo XVII al XX, como el porta viático de oro y esmeraldas, un incensario, la sacra de la Consagración y el manifestador, el gran Trono Procesional, realizado en el país en 1811, es una de las piezas más atractivas por su factura y tamaño.
A seguidas, la emblemática sala cinco, que corresponde a San Dionisio y de La Basílica, por reflejarse en ella la historia del viejo santuario construido entre los años 1567 y 1572. Cuenta la leyenda que el quinto abuelo de Simón Bolívar escribió en el siglo XVI que la iglesia de Nuestra Señora de La Altagracia: “Es casa de mucha devoción en esta isla y muy frecuentada por romerías, de esta casa se ha poblado allí un pueblo y se sustenta con la devoción de esta imagen que sola es la que está en la isla se tiene que ha hecho milagros”, citó el sabio venezolano.
Asimismo, se exhiben los bocetos que realizó el arquitecto francés Dunoyer de Segonzac para la construcción de la Basílica terminada e inaugurada en el año 1971; bajo la Bula Papal de Pablo VI que nombra Basílica Menor a la Catedral de Higüey. También se muestran pertenencias de los cuatro obispos que ha tenido la diócesis.
Al cierre con la sala siete, De Los Exvotos, donde miles de promesantes depositan sus promesas o milagros que se conservan en el santuario como testimonios tangibles de la gracia recibida. Es una legendaria costumbre que mantiene su vigencia en la fe de los piadosos. Son ofrendas confeccionadas en plata y oro, en diversos materiales, con habilidades disímiles que se convierten en símbolos de agradecimiento que constituyen la manifestación de la fe a través de la historia.
Habla la directora
Josefina Pichardo Casasnovas, directora general del Museo de La Altagracia, habló en exclusiva a elCaribe sobre su gestión, planes de ejecución y el trabajo social y educativo que desarrollan a través del espacio mariano.
La programación del santuario cultural abarca desde tertulias, talleres, conferencias, puestas en circulación, diplomados, concursos artísticos, artesanales y diversas exposiciones fotográficas con la intención social de crear una peña cultural que eleve la educación de los altagracianos.
Josefina Pichardo expresó que “la agenda del museo es interesante porque a diario proponemos actividades desde el auditorio, la sala de exposiciones temporales, recibiendo excursiones escolares y de otras áreas. En estos últimos meses hemos recibido a curadores plásticos internacionales que han venido a través de organizaciones como la Bienal de Haití”.
Instituciones como la tabacalera Daviddof tienen un proyecto de ayuda a los artistas con el que devuelven al país todo lo que como empresa han recibido de la nación. “Artistas de todo el mundo son traídos gracias a este aporte que se convierte en un intercambio cultural con artistas como Cristóbal Rodríguez, presidente del Colegio de Artistas Plásticos de Higüey”.
Respecto a las alianzas y uniones con entidades educativas y de fomento cultural dijo que continúan el enlace estratégico con Editorial Santuario de Santo Domingo, representada por Isael Pérez.
“Con esta alianza cumplimos un año y medio poniendo a circular un libro por mes. Se han incorporado otras entidades como la Comisión Civil de Desarrollo de la Altagracia, COCDEPAL, la Cámara de Comercio y Producción, la Casa de la Cultura, a través del ministerio, quienes amenizan los eventos con sus estudiantes”.
Adelantó que se esperan perfomance y estatuas vivientes, al igual que la acostumbrada participación de nuevos y jóvenes músicos, como complemento de la producción artística del museo.
La ciudad de Salvaleón
La ciudad de Salvaleón de Higüey, en los últimos tiempos, siempre ha sido un lugar de peregrinación para los miles de creyentes, también para los turistas que buscan disfrutar y conocer de atractivos culturales y espirituales que enriquezcan su visita a nuestro país.
“El objetivo de la creación de este museo es recuperar el patrimonio que estaba olvidado en las bóvedas de la basílica, difundirlo y darlo a conocer; a través de su colección se revelan todos los milagros a través de la imagen de la virgen y, como siempre ha sido, algo del pueblo dominicano desde la colonia”, sostuvo. Desde la fundación de la isla sus habitantes han tenido una especial conexión con la virgen del Naranjo.
El auditorio del Museo de la Altagracia está divido en cuatro grupos: los estudiantes, turistas, los dominicanos en general y religiosos por ser los grupos identificados que clasifican. Es decir, las negociaciones que se realizan con las compañías touroperadoras no son las mismas para una parroquia, colegio o escuela.
El Museo está ubicado en la calle Arzobispo Nouel del municipio Salvaleón de Higüey. Sus puertas están abiertas al público de martes a sábado en horario de 8:30 de la mañana a 5:00 de la tarde y los domingos de 9:00 de la mañana a 5:00 de la tarde. Sus cuentas de redes sociales son: #MuseodelaAltagracia (Facebook, Twitter, Youtube e Instagram).
El comienzo
La primera piedra fue colocada el 9 de junio de 2009, obra que atesora las peticiones, fe y creencias de todo un pueblo devoto”.