Higüey.- La Fundación Global y Democracia y Desarrollo (FUNGLODE) realizó el segundo taller de oratoria como parte del Programa Nacional de los Capítulos Provinciales, impartido a 26 participantes en la Universidad Autónoma de Santo Domingo, con sede aquí.
Pamela Martínez, economista y especialista en el lenguaje oral, no verbal y técnicas comunicativas compartió con su auditorio algunas causas que generan miedo o temor a disertar o ‘hablar en público’ como la ansiedad, el sudor, balbuceo, inseguridad, memorizar textos y otros tan inherente a la conducta humana.
Expuso que los profesionales, estudiantes y la colectividad en general necesitan comunicarse con efectividad y eficacia. Hablar en público es la fobia predominante en los anglosajones según estudios, sin embargo, ese temor o glosofobia se extiende a países de la región y del mundo atrapando a un 75 por ciento de las personas que se entorpecen y acorralan viendo a la oratoria como un valladar para la superación personal y en sociedad.
La facilitadora comentó sobre los aspectos y enfoques de la oratoria, su importancia. Analizó en cuatro horas la realidad de hablar en público, los retos y diferencias entre los parlantes y discursantes frente a los públicos y controlar delatores como el rostro o las manos.
“La oratoria es una estrategia básica de poder y prestigio. El discurso de grandes ha movido el curso de la historia de la humanidad. Es la madre de todas las ramas porque la necesitamos en todas las áreas del saber, para presentar trabajos, propuestas públicas y compartir ideas, sentimientos y pensamientos”, detalló Martínez.
La comunicación humana nace con el ser humano mismo, somos animales con raciocinio y de los demás nos distingue el lenguaje como facultad y la lengua como sistema de comunicación que emplea códigos, símbolos y las palabras como canales de emisión del mensaje que debe poseer un contenido con forma y fondo.
La comunicadora social explicó que el arte de ‘hablar en público’ es una herramienta ideal para comunicar pero muchas veces traicionada por los nervios que cambian el discurso, el uso incorrecto de muletillas, miedo al público y su valoración, ‘el qué dirán’ y del inadecuado empleo de vocablos rebuscados.
“La oratoria posee aspectos metodológicos, técnicos y científicos. El biológico que explica el pánico escénico con reacciones naturales que se expiden a través del lenguaje corporal reflejándolo en los sentidos de la vista y los ademanes que revelan la intención del mensaje, aunque sea de manera inconsciente”, resaltó.
Recomendó las tres P para el control del miedo escénico: “Prepara, Practica y Presenta. Debes conocer el contenido o tener conocimiento del tema porque hablamos en público haciendo uso de la plataforma de difusión, que es la Oratoria”. Del mensaje dijo que la intención es emotiva y comunicativa.
Reflexionó con el auditorio consejos para cuidar y mantener la voz como ingerir antiácidos, digestivos, picantes, fumar, consumir bebidas energizantes y alcohólicas, el carraspeo, cambios bruscos de temperatura e ingerir café, solo algunas por mencionar.
La también coordinadora de los Capítulos Provinciales, indicó ejercicios de respiración a tres tiempos por diez segundos en ciclos de tres por días. “Es decir, oxigenar el cuerpo y hacer uso del diafragma, no hiperventilarse”. Dijo del uso de ensayos frente al espejo para reproducir el discurso con antelación.
El segundo taller de Oratoria Provincial por FUNGLODE abarcó la imagen personal del orador como su vestimenta, peinado, nomenclatura de colores, conducta, el manejo de situaciones, aprovechar oportunidades, el manejo del lenguaje corporal que expone como unidireccional.
Del acto comunicativo comentó que debe poseer las tres V, visual, vocal y verbal, con un discurso elocuente y con materia. “el orador debe saber lo que va a decir, demostrar dominio y seguridad en escena.
Agregó que el preliminar permite condicionar al público antes de hablar porque el discurso inicia desde que pisamos el escenario. El orador debe conectar con la audiencia y evitar posturas jerárquicas o de Superman o Superwoman que delatan mandato o rango.
Pamela Martínez, finalizó, “la palabra es un canal, no el fin. Antes de hablar debemos conocer el público a quien nos dirigimos, su edad, escolaridad o profesionalismo, ‘Background’, emplear un lenguaje llano”. Igualmente, tocó el uso del pódium, presentó figuras políticas internacionales y sus gestos, posturas y ademanes.