A través del cultivo del cacao, el café y el coco, encuentran sustento cientos de agricultores en El Seibo. Y es que además de ser esenciales en la canasta familiar y en la dieta del dominicano, gozan de gran demanda en el mercado internacional. Estos tres productos no solo satisfacen el paladar, sino que tienen gran utilidad en la industria de la belleza.
El coco, por ejemplo, es un ingrediente de primer orden en la culinaria, tanto para platos dulces como salados y hasta tiene aplicación en la curación de algunas dolencias. Muchos asegiran que extraer su aceite y consumirlo en ayunas, ayudará a mantener una buena digestión.
Pero ese mismo aceite, es un poderoso producto de belleza para el cuidado e hidratación de la piel y el cabello.
Basado en lo antes expuesto, entidades culturales como COCDEPAL se unieron al CODIA regional en la provincia de La Altagracia y El Seibo, para celebrar juntos, en la Plaza Duarte, el Primer Festival Ecoturístico y Gastronómico de las 3C: Cacao, Café y Coco con la intención de fomentar el cultivo, resaltar las riquezas culturales, producir derivados y enlazar distintas zonas comerciales y de producción en la zona Este de Republica Dominicana. Este evento tuvo lugar los días primero, dos y tres de mayo.
“El propósito es integrar los productos derivados del cacao, el café y el coco, iniciar la producción y distribución a nivel nacional e internacional, dada la demanda que tienen sus derivados”, explicaron sus organizadores.
Darío Yunes, presidente de COCDEPAL, ideólogo y asesor de este festival explicó que se vendieron muchos productos elavorados a base de estos tres productos. Del Coco, se vendieron cocadas, dulces, jalao y aceite. Del Cacao fueron preparados mabí, manteca, vino, dulce y chocolates.
Explicó que con esta feria también buscan proyectar la Ruta Ecológica o Tour de Chocolate que se origina en Vicentillo de Hato Mayor hasta los Botados de El Seibo, para dar a conocer sus zonas de cultivo y producción, tanto como sus derivados.
Otros productos autóctonos que fueron presentados en el feriado cultural seibano, fueron, la miel de abeja tan curativa, nutritiva y utilizada en procesos estéticos. También la artesanía tuvo su espacio con la exhibición de tradicionales pilones para moler el café criollo del campo.. La agenda del incipiente proyecto ecoturístico y cultural inició con la inauguración formal el 1 de mayo, exposición de productos, pinturas, ventas de servicios y productos y a la participación de artesanos regionales que tuvo la bienvenida formal por el presidente regional del Codia Este, Eleazer Ulises. La presentación de la feria por Andrea Polanco, presidente de la delegación el Seibo, otros directivos nacionales y el cierre con presentación artística.
Inició el día 2 de mayo, celebrando la faena diaria del trabajador con una charla y exposición sobre el cacao dictada por John Molina, donde compartieron segmentos de preguntas y respuestas por las inquietudes del auditorio presente. Ese mismo día se ofreció una segunda conferencia el Turismo teniendo como expositor al viceministro de Turismo, Luis Simó.
También, una disertación sobre cultura Precolombina por Darío Yunes.
Esta moderna estrategia de los festivales culturales como el de la leche, la yuca, el arroz y el pescado en Higüey y Boca de Yuma, La Altagracia y el Seibo tiene enfoque no solo en elevar el nivel cultural, turístico e histórico de sus provincias y su capital humano, también busca proyectar la economía local y regional generar divisas y a su vez empleos directos e indirectos a los moradores.
La clausura del primer Festival Ecoturístico y Gastronómico del Seibo tuvo una tercera conferencia sobre el cacao impartida por Rosa Sánchez, seguido de presentación artesanal, un debate de la perspectiva sobre el desarrollo agropecuario en la Región Este, por el expositor Héctor Rivera. La merenguera Marcelle cerró con una presentación y animación artística.
El cacao en R.D.
En el ranking mundial, el país ocupa el primer lugar en la producción y exportación de este producto. En el año 2009 se exportaron más de 62 mil toneladas a Estados Unidos y Europa, principalmente.
En la República Dominicana, el cacao es uno de los cuatro cultivos tradicionales de exportación y su relevancia en la economía la determina su contribución a la generación de cientos de plazas de trabajo, su aporte al producto interno bruto (PIB), la protección al medio ambiente, el incentivo a la proyección internacional del país, entre otros aportes.
De acuerdo a estadísticas del Ministerio de Agricultura de la República Dominicana, en 2009 el país exportó 62,385 toneladas métricas de cacao, que generaron 162.3 millones de dólares.
De estas exportaciones, dirigidas principalmente a los mercados de Europa y Estados Unidos, cerca de 15 mil toneladas corresponden a cacao orgánico.
Para su comercialización, el cacao orgánico dominicano se clasifica en dos tipos: el Hispaniola (fermentado) y Sánchez (sin fermentar). El tipo Sánchez se produce en condiciones naturales, desde que se recoge del suelo hasta su secado, y constituye el 70% de la exportación. Debido a su naturaleza, su alto contenido en manteca y su bajo precio, es preferido por el mercado norteamericano.
El café en República Dominicana
Según los datos obtenidos del Centro de Exportación e Inversión de la república Dominicana, el café orgánico se presenta como un cultivo muy promisorio en la generación de ingresos para miles de productores campesinos que viven en la República Dominicana. Organizaciones campesinas producen, a nivel mundial, la mayoría de café orgánico. Al mismo tiempo que las prácticas orgánicas aumentan la productividad de la planta y los ingresos económicos en la venta del café, contribuyen a la protección de los recursos naturales. Para algunos el café orgánico es “La Alternativa Definitiva” en cuanto a beneficios económicos y ecológicos. Durante el periodo 1990-2000 el crecimiento promedio anual de la producción de café fue de 1.8% alcanzando un record de poco más de 7.4 millones de toneladas en el año 2000. Diversos factores han influido en la disminución de la producción nacional. Para el año 2015, en República Dominicana existían 102.000 hectáreas de terreno dedicadas al cultivo de café, en las que trabajaban unas 28.000 familias. En los últimos años, la exigua producción local de grano se exporta a otros países, principalmente a Europa, aunque últimamente han llegado nuevos compradores de Rusia, China o Japón.