Más que eso, según plantea el economista Jaime Aristy Escuder, lo que se necesita es una población educada

República Dominicana tiene una serie de retos, incluidos algunos de tipo económico que debe afrontar. Entre ellos figuran, por ejemplo, la crisis haitiana, el transporte masivo, la educación y el tema eléctrico, planteó el economista Jaime Aristy Escuder.

“La crisis haitiana es uno de los principales retos, por diversos factores. En primer lugar hay que tomar en cuenta que la mano de obra que tenemos acá, inmigrantes haitianos, es una mano de obra clave para el sector construcción, que es el más importante de la economía dominicana, que representa el 15 por ciento del producto interno bruto; es el sector que tiene el mayor multiplicador y la capacidad de insertarse transversalmente en toda la economía”, explicó.

Agregó que, en consecuencia, la mano de obra que se requiere para ese sector es algo clave. “Y gran parte de esa mano de obra es principalmente los componentes de la construcción que son más intensivos, como es la parte física, la del ser humano repetitivo en término de las acciones que lleva a cabo, como es hacer un varillaje, poner filas de block o hacer un empañete… Ese trabajo es más intensivo con la mano de obra haitiana, que favorece la rentabilidad del sector construcción”.

La parte negativa

Aristy Escuder, que además es matemático y catedrático, dijo que la presencia de esa mano de obra también tiene un impacto negativo, principalmente en los segmentos más pobres del país, por el hecho de que la que llega al país es de un nivel educativo de alrededor de ocho años de escolaridad, muy parecido al nivel de escolaridad de la mano de obra del 20% más pobre de República Dominicana.

“Eso significa que la mano de obra haitiana compite con ese más pobre. Si aumenta la oferta de mano de obra haitiana, disminuye el nivel de ingreso y de salario de ese dominicano más pobre”, planteó, en la Entrevista Especial de elCaribe y CDN.

“Hay que decir que si se produce un aumento excesivo de la mano de obra haitiana, por el hecho de la inestabilidad que se está viviendo en Haití, puede adicionalmente haber una presión sobre las finanzas públicas dominicanas muy significativa”, advirtió.

Lo sustentó en el hecho de que –si ocurre eso que plantea- hay aumento de la demanda de servicios públicos. “Y como el haitiano que llega a este país se parece mucho al dominicano pobre, que es un perceptor neto de ingresos públicos, eso quiere decir que recibe más servicios públicos que los impuestos que paga. Recibe educación, salud y otros. Cuando aumenta la mano de obra haitiana en el país, lo que tenemos es un perceptor neto de recursos públicos. En consecuencia, hay un deterioro de las finanzas públicas. Ese es un reto que afecta a la economía dominicana” apuntó Jaime Aristy.

Educación no adecuada

Respecto a la educación, desde la óptica del profesional de la economía, en República Dominicana sigue siendo no adecuada para los requerimientos de las grandes inversiones de tecnología que se están realizando.

“Por ejemplo, tú necesitas una mano de obra que tenga un mayor conocimiento de matemáticas, de ciencias, una mayor capacidad de absorber las innovaciones tecnológicas y que por lo tanto pueda crear mayor valor agregado (…)”, expuso.

Salarios

Desde el punto de vista de Jaime Aristy Escuder, si se quiere mejorar el nivel de ingresos de la población, eso no se hace con una política de salario mínimo. “Con poner una política de salario mínimo creciente, lo único que tú estás haciendo es trasladar gente del área formal al área informal. Si tú quieres mejorar el nivel de ingreso de la población, tú tienes que educarla. Tú no necesitas un salario mínimo, tú lo que necesitas es una población educada”, sugirió.

Política económica, dólar y peso

Con Jaime Aristy se abordó el tema de la tasa de cambio. Se le preguntó si debe generar temor una apreciación del dólar frente al peso, o si ese temor debe ser evitado, dada la cantidad de reservas internacionales con que cuenta el Banco Central; algo así como una “sombrilla”.

Dijo que para el país, más que tener muchas reservas internacionales, lo importante es la política económica que se sigue. “Si tú tienes una política monetaria dentro de un marco de metas de inflación manejada por un equipo de alta credibilidad y confianza, como lo que existe hoy día en el Banco Central, tú puedes estar tranquilo. Tú puedes tener variaciones en el tipo de cambio, como los que se han registrado, pero no vas a tener una pérdida de la estabilidad cambiaria”, planteó.

Desde su punto de vista, era lógico que la tasa de cambio se depreciara más rápido de lo normal. “Y lo normal tener una depreciación anual de 3.5 por ciento, y debido a la inyección de liquidez que hubo en el año pasado, para acelerar el ritmo de crecimiento de la economía y la reducción de la tasa de referencia que se llevó a cabo, desde 8.5 a 7 por ciento, era lógico que hubiera una tendencia hacia la depreciación del peso frente al dólar”, expuso el profesional de la economía.

Al país le iría mejor con mayor nivel de eficiencia

Otro de los retos que tiene el país es de tipo macroeconómico: necesita reducir el nivel de déficit público para tener la oportunidad de reducir el nivel de deudas. “En ese sentido, tú tienes que elevar tu capacidad de ingresos, sin que eso signifique elevar las tasas. Eso significa que hay que elevar las recaudaciones y tú pudieras aumentar las recaudaciones si reduces la evasión impositiva”, dice Aristy Escuder.

Aseguró que si el país tuviera el nivel de eficiencia de la región, en materia de recaudación impositiva, podría recaudar hasta 4 puntos adicionales, entre el Itbis, Impuesto Sobre la Renta a Personas Físicas y otros.

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