Por ocasión número 15, desde 1965, el aniversario de la Guerra de Abril coincide con el año electoral, propicia ocasión para preguntarse cuáles de los candidatos actualmente en contienda lo tienen presente o han incluido y reivindican en sus programas de gobierno la inspiración de aquella gesta heroica: respeto a la Constitución malograda y defensa de la vía electoral para el mantenimiento del orden democrático.

“Retorno a la constitucionalidad de 1963 sin elecciones”, fue la consigna alrededor de la que se agrupó una gran mayoría del pueblo dominicano y de militares para exigir el regreso de Juan Bosch al poder, cuyo legítimo gobierno, parido por las urnas, había sido derrocado.

La consecuencia fue una revuelta cívico-militar, que hoy cumple 59 años, que devino en guerra patria cuando cuatro días después el país fue invadido por tropas de los Estados Unidos.

Si relacionamos esta efeméride con el año electoral, con los candidatos y sus programas de gobierno, es porque abril de 1965 resume la reivindicación de la Carta Magna, del sufragio como vía para el cambio de gobierno, el amor al suelo patrio y la defensa de la soberanía dominicana.

Cabe destacar, también, que a 59 años de aquella gesta heroica en que un grupo de voluntades patrióticas se enfrentó a la nación más poderosa del planeta apoyada por un grupo local que defendía los intereses foráneos, el país ha evolucionado, al punto de que hoy día es impensable una asonada militar que pueda conculcar la voluntad del pueblo expresada en las urnas.

Sin embargo, resulta necesario que todas las organizaciones comprometidas con el bienestar de la nación y con los mejores intereses de la patria tengan presente aquella reacción de la parte más sana del pueblo dominicano contra toda dominación extranjera.

Particularmente hoy, cuando desde las mismas potencias que nos invadieron con el apoyo de unos cuantos países satélites pretenden dictarnos pautas para solucionar problemas que la República Dominicana no ha generado y en los que no tiene ninguna responsabilidad.

La Guerra de Abril fue un sacrificio en defensa de la soberanía, un hecho histórico protagonizado por héroes que merecen los laureles eternos por su entrega total y por la gloria que se gana en la batalla cuando se defienden los más altos ideales, y se muere con honor en defensa del suelo patrio.

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