El personal de bomberos trabajó largas horas para poder sofocar el fuego en la zona de comercios de San Cristóbal. Kelvin Mota
El personal de bomberos trabajó largas horas para poder sofocar el fuego en la zona de comercios de San Cristóbal. Kelvin Mota

El día Internacional del Bombero se celebra el 4 de mayo, por una propuesta que surgió tras el fallecimiento de cinco de estos hombres en el cumplimiento de sus labores en un incendio forestal en Linton (Victoria, Australia), pero también porque ese día es en Europa la fiesta de San Florián, patrono de los bomberos, primer comandante conocido de un escuadrón en el Imperio Romano, que perdió la vida mientras ejercía sus funciones.

La fecha puede variar en diferentes países, pero este es el día en que se rinde homenaje a los llamados “héroes de azul”, cuya nobleza, sacrificio y arrojo ante cada siniestro es bien conocida, así como su enorme capacidad para arriesgar la vida por salvar las de los demás.

Aunque tradicionalmente se relaciona su actividad con apagar incendios, estos hombres también desempeñan otras labores, y la mayoría está capacitada en la gestión de diversos riesgos, rescates en accidentes, manejo de derrames y elementos químicos, algunos son paramédicos y casi todos reciben un riguroso entrenamiento físico.

Justo es reconocer que, pese al reconocimiento que reciben a diario por su noble tarea, en nuestro país la situación de los bomberos no es nada alentadora ni halagüeña, pese a que el ministro de Interior y Policía declaró el 2024 como “Año de los Bomberos” y anunció el otorgamiento de un seguro de vida con una cobertura de un millón de pesos y otros beneficios.

No cuestionamos sus logros, pero cada vez que nos enfrentamos a un siniestro de proporciones, casi siempre incendios y a veces derrumbes, lo que sale a relucir son las carencias, que casi nunca cuentan con transportes adecuados ni con uniformes de protección, y en la mayoría de los casos son voluntarios que reciben una paga irrisoria por su sacrificada actividad.

Solamente cuando uno de estos héroes anónimos muere en el desempeño de alguna tarea, es cuando nos enteramos de que tienen una familia, que dejan hijos en la orfandad y se resalta su sacrificio, pero nada más.

Todos los cuerpos de bomberos del país deberían contar con una dirección nacional centralizada, con equipamiento idóneo, pertrechos y herramientas adecuadas, medios de transporte que funcionen y una infraestructura que les permita interconectarse a nivel nacional para sus labores.

Trabajar sobre estos aspectos resultaría más útil para la sociedad y para el país que recordarlos un solo día del año en floridos discursos.

Posted in Editorial

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas