(EE.UU..- Cuando el TD Garden de Boston gritaba con más fuerza, Jrue Holiday se encargó de silenciarlo con un tapón antológico que le dio a los Milwaukee Bucks la victoria contra los Celtics (107-110) tras un partidazo que deja a los actuales campeones de la NBA a solo un paso de la final del Este (2-3).
En un memorable duelo con toda la emoción e intensidad de los playoffs, los Bucks le dieron la vuelta a un encuentro que perdían de 14 puntos en los primeros compases del último cuarto gracias a dos jugadas clave en los últimos 15 segundos: una enorme canasta tras rebote ofensivo de Bobby Portis y un taponazo de Jrue Holiday sobre Marcus Smart cuando los Celtics buscaban una canasta ganadora.
El base no sólo se quedó el balón tras bloquear a Smart, lo que dio dos tiros libres a los Bucks para ponerse +3, sino que además le robó el balón de nuevo a Smart en la última jugada del partido.
Atónitos se quedaron los Celtics, que se habían mostrado muy equilibrados a lo largo de la noche pero que tendrán que recuperarse a contrarreloj de este descomunal golpe moral y ganar sí o sí el viernes en Milwaukee para no irse de vacaciones.
La estadística histórica de la NBA no está de su parte: tras un 2-2, el equipo que se lleva el quinto partido acaba clasificándose un 82 % de las veces.
Giannis Antetokounmpo, que en el último cuarto acabó sangrando en el párpado tras un golpe fortuito, fue el líder de los Bucks con 40 puntos y 11 rebotes mientras que Jrue Holiday no solo fue un portento en defensa sino que también destacó en ataque con 24 puntos, 8 rebotes y 8 asistencias.
Jayson Tatum (34 puntos y 6 rebotes) y Jaylen Brown (26 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias) fueron los mejores de unos Celtics en los que el dominicano Al Horford volvió a rendir a un gran nivel defendiendo a Antetokounmpo (8 puntos, 8 rebotes y 6 asistencias).
CELTICS DOMINAN
Los Bucks ofrecieron una muy buena imagen de partida.
Con tres triples seguidos en el comienzo y valientes aportaciones de Holiday y Portis a lo largo del primer cuarto, Milwaukee se fue por delante al segundo parcial (26-28) con la sensación de que Antetokounmpo no estaba solo para conquistar Boston.
Tatum y Antetokounmpo se midieron en un atractivo duelo de figuras en los primeros compases del segundo cuarto, pero los Celtics aumentaron el ritmo y metieron el susto en el cuerpo a los Bucks con White liderando la carga en transición.
Con una defensa voraz y que rozaba la perfección, Boston golpeó con agresividad la zona de los Bucks y bordó un parcial de 11-0 con un fantástico alley-oop de Brown para Tatum (51-38 con 3.46 para el descanso).
Al rescate de los Bucks acudió Antetokounmpo, que firmó 15 puntos en el segundo cuarto y que dejó el marcador en un margen manejable (54-47).
Las pérdidas de balón fueron el factor diferencial de la primera mitad: los Celtics solo acumularon 2 pero los Bucks se desangraron con 9.
BUCKS REMONTAN
Dos triples de Holiday y Matthews alumbraron la reacción de unos Bucks que dominaron el rebote ofensivo en la reanudación (60-59 con 7.36)
Pero Smart apretó los dientes, con tres triples en el tercer cuarto, para que los Celtics no perdieran el control en un tramo de partido que no daba respiro.
En cualquier caso, la estrella que más brilló en ese tercer parcial fue Brown, totalmente inspirado con 16 puntos en ese cuarto y que llevó a Boston al desenlace con un claro impulso (86-77).
Todo iba sobre los ruedas para los Celtics, ya fuera con Pritchard metiendo una canasta con fortuna cuando se agotaba el tiempo o con Tatum destrozando el aro con un mate sensacional (95-82 con 9.27 para el final).
Milwaukee necesitaba urgentemente que, al margen de Antetokounmpo y Holiday, alguien se asomara en ataque y fue Connaughton el que dio la cara con dos triples (98-92 a falta de 7.02).
Un descomunal mate de Horford tras rebote en ataque parecía hacer inútiles los esfuerzos de remontada de Antetokounmpo y Holiday.
Pero con 6 puntos abajo y a falta de 2.12, los Bucks sacaron su orgullo de campeón.
Un triple de Antetokounmpo y otro de Holiday empataron el encuentro, Portis cazó un rebote providencial y le dio la ventaja a los Bucks a falta de solo 11 segundos, y Holiday remató su impresionante actuación con un tapón para el recuerdo.