Nueva York, Estados Unidos.- Marcell Ozuna encontró una mejor manera de recordar y a la vez no olvidar a quien fuese su mejor amigo en los Marlins, José Fernández.
“Cada turno, cada batazo importante, jugada y reconocimientos se lo dedico a él”, expresó Marcell a elCaribe.Está recién temporada que inició está llena de matices diferentes para el guardabosque dominicano. Por un lado, un vacío al lado del casillero número 13, y por otro, tener una buena campaña para honrar la memoria del cubano.
“Su espíritu se fue al cielo pero nadie va a olvidar a José Fernández. Tú no tratas de olvidar cuando tú tienes una conexión con una persona bastante cerca. Sigo confiado en Dios de que con la ayuda de José, uno puede tener buen año” expresó Marcell, quien en el mes de abril bateó .295, remolcó 21 carreras y pegó siete jonrones.
Desde aquel 25 de septiembre del año pasado, cuando su esposa lo despertó para comunicarle la trágica muerte de su amigo, Marcell no ha dejado de trabajar incansablemente para dedicarle esta temporada a Fernández.
“Este año es especial. Trabajé bastante fuerte en la temporada muerta y espero en Dios tener buena mitad y segunda campaña” enfatizó Ozuna, quien se encuentra en su quinto año con los Marlins de Miami.
Marcell, quien fue elegido Jugador de la Semana, correspondiente desde el 9 al 16 de abril, aún se recuerda de aquel día cuando le dijo: “Te voy a esperar allá”.
“El primer año que me subieron, José subió antes y un mes después me tocó a mí. Me dijo ‘te voy a esperar allá’. Así que cuando me ascendieron él se puso contento, incluso vivíamos en el mismo apartamento”, dijo Ozuna, quien hizo su debut el 30 de abril del 2013.
Fernández dejó un vacío incalculable entre familiares y jugadores. Pues su indeleble carisma y sonrisa son la gran ausencia en esta campaña de unos Marlins que aún no han podido superar el dolor.
“Hay más unión en el equipo, no sé si por lo que pasó o no. Es algo que todos hemos decidido, jugar más unidos, tratar de compartir más. Tratar de tener un poco más de comunicación”, indicó el quisqueyano.
A seguidas y con la mirada como si estuviese buscando algo, agregó “Yo sé que él nos está chequeando, y él está disfrutando de cada turno, de cada jugada, de cada tiro que yo hago. De cada juego que ganamos”. Desde sus años de Ligas Menores hasta las Grandes Ligas, Marcell se convirtió en el más cercano al nativo de Santa Clara. “Siempre nos mantuvimos unidos. La familia mía y la de él. Siempre estaban unidas. Días libres en su casa, jugando dominó, comiendo. Siempre le pido a Dios que en el lugar que él esté, siempre tengamos una comunicación” manifestó el oriundo de Boca Chica.
Tras lo vivido en los últimos meses, Marcell también reflexionó sobre la importancia de vivir día tras día acorde a lo correcto y al ejemplo que se debe dejar en esta tierra. “He cambiado bastante. Nunca nos había pasado y nos pasó en la temporada pasada. Nada es real en esta tierra, somos seres humanos prestados en esta tierra”, dijo.