La Universidad Católica Tecnológica del Cibao (UCATECI), entregó este lunes 480 nuevos profesionales a la sociedad mediante la LVI Graduación Ordinaria. En el mismo acto se le otorgó el título de Doctor Honoris Causa al educador vegano Luis César Ruiz.
La actividad celebrada este fin de semana en el campus de la UCATECI, estuvo encabezada por su Rector Julio Martín Castillo Mejía; el Obispo de la Diócesis de La Vega, Mons. Antonio Camilo González; el Obispo de la Diócesis de San Francisco de Macorís y ex rector de la UCATECI, Mons. Fausto Mejía Vallejo; el presidente de la Junta de directores ucateciana, Hugo Álvarez Valencia; el gobernador de La Vega, Andrés Rodríguez Céspedes; el alcalde vegano, Alexis Pérez, así como rectores universitarios y otros funcionarios.
El acto de graduación inició con el desfile académico, seguido por el Himno Nacional y el Himno de la UCATECI, interpretados por la Banda Municipal de Músicos de La Vega y las palabras de bienvenida estuvieron a cargo del vicerrector académico, Juan Francisco Fernández.
El discurso central estuvo a cargo del Rector de la UCATECI, Pbro. Dr. Julio Martín Castillo Mejía, quien dijo que los dos momentos angulares de la celebración del trigésimo aniversario de la universidad vegana en este año 2013 han sido los dos actos de graduación. El primero aconteció el pasado 23 de febrero en el cual se invistieron 321 estudiantes; y ahora, este segundo momento angular, la Quincuagésima Sexta Graduación Ordinaria, con 480 graduandos, de los cuales 324 corresponden al sexo femenino y 156 al sexo masculino. Un 67.5% mujeres. “En los últimos años, la mujer se hace más presente en la educación superior del país”. Dijo.
Enfatizó el Rector que la fe mueve montañas y que transforma en caridad los obstáculos del camino; y que los forjadores y emprendedores de esta Universidad tuvieron fe en la misma; creyeron en el entonces INTECI, inscribiendo sus hijos, siendo sus primeros docentes y asumiendo de forma gratuita el rol de administradores.
El Sacerdote católico invitó a los graduandos a ir más allá, a estar “Listos”, que significa, según dijo, tener todo bajo control para iniciar una nueva etapa sin sopesar los medios de que disponemos y prever lo impredecible o lo que comúnmente denominamos imprevistos.
Significó que no basta sólo el conocimiento para saber si estamos listos, sino que tenemos que pesar nuestra fe y capacidad de amar y sugirió meditar el mensaje de San Pablo que dice: “tomen la armadura de Dios para que puedan resistir el día malo y mantenerse firmes después de la verdad y vistiendo la justicia como coraza”.
Finalmente dijo a los graduandos que el servicio es la nota distintiva de un profesional que ha tenido la oportunidad de revivir una formación integral basada en el Humanismo Cristiano y que Jesús puso la nota distintiva que aplicaron los gestores de esta Alta Casa de Estudios: “No he venido a ser servido sino a servir”.