Prisioneros

La desaparición o secuestro de alguien con variación de cuento de venganza es el comienzo de una buena historia de suspense, algo muy poco común en el cine, y el contraste con este filme es la dirección que le estampa absoluta probidad en el manejo&#8

La desaparición o secuestro de alguien con variación de cuento de venganza es el comienzo de una buena historia de suspense, algo muy poco común en el cine, y el contraste con este filme es la dirección que le estampa absoluta probidad en el manejo de los elementos que lo componen. Inicia y termina con una cadencia sin igual al tiempo que nos presenta escenas rápidas como rápidos puede ser nuestra percepción de los hechos que acontecen minuto a minuto, sin prisa pero con fuerza.

El guión no deja cabos sueltos mediante la técnica de desarrollar las acciones con sus personajes respectivos y enfrentándolos a los demás dentro de la historia. Esto consiente actuaciones viscerales puntuales y corales. Una bien estructurada atmósfera opresiva, realizada con gracia cinematográfica, permea cada detalle de lo que ilustra de una manera que nos retrotrae a los clásicos. El leitmotiv (motivo de la historia) se traduce en un sondeo de la conducta de los personajes que son colocados en el límite de sus presupuestos morales. Esta instigación y cuestionamientos de la moral y la fe religiosa (sea de la orientación que sea) es una constante en la obra elegida por este director. De cierta manera, este Prisionero evoca al filme Seven. La estrategia aquí es mostrar ambos lados de una misma moneda y de que no son diferentes monedas sino que somos una sola: lo absurdo que solemos ser ante situaciones sinuosas y extremas, y que, por tanto, las situaciones solo son eso, asuntos de la vida, y el modo de como damos nuestras respuestas es lo que nos hace prisioneros de nosotros mismos, con nuestras propias acciones paradójicas; es lo que ocurre con la llamada “doble moral” que en realidad es la ausencia de ella o de la amoralidad de la violencia como respuesta a la violencia. Todo esto está bien mostrado con elipsis de emociones y su combinación con la brillante elipsis final que construye en nuestra mente lo que piensa el personaje en esa mirada.  Es ese final lo que muestra la diferencia entre cine artesanal, bien hecho, que gusta, y el cine de autor, el cine auténtico que hace una inmersión en el tema y nos deja algo más que una diversión pasajera.

HHHHH Dirección: Denis Villeneuve   Guión:  Aaron Guzikowski. Género: Drama y suspense. Año: 2013. Duración: 153 minutos

Posted in Sin categoría

Más de

Más leídas de

Las Más leídas