El estudio de la historia y de la sociedad dominicana, el desarrollo de programas de formación política, la conducta, la moral y la disciplina de sus miembros, hicieron del PLD un modelo de organización política, la cual fue desde sus inicios una gran escuela, posiblemente la única escuela de formación política conocida durante la época democrática de nuestro país.
Hay que recordar que la práctica social y política en República Dominicana durante el decenio 1970, cuando surge el PLD, estuvo marcada por la influencia de los acontecimientos históricos ocurridos a raíz del ajusticiamiento del dictador Rafael Leónidas Trujillo Molina.
Para esos años, estaban presentes en la memoria del colectivo los efectos del ascenso de Bosch al poder y su derrocamiento, el gobierno del Triunvirato, la Guerra de Abril y las elecciones de 1966, que llevaron al doctor Balaguer a la Presidencia, hasta agosto de 1978. En ese ambiente de crisis política y bajo la inspiración de la obra de los trinitarios y los restauradores, nació el PLD, el 15 de diciembre de 1973. De manera preclara, el profesor Bosch se propuso la creación de un nuevo partido, cuyo objetivo fuera completar la obra de Duarte, “lograr una patria libre, soberana e independiente, en la cual impere la justicia social y el respeto a la dignidad humana”. Consciente del contexto en que realizaba su trabajo político, Bosch, como prerrequisito de esta gran meta se impuso la tarea de llevar educación política al pueblo a través de sus alocuciones e intervenciones en los medios de comunicación, el riguroso y acertado análisis de la sociedad contenido en sus obras, y asumiendo como estrategia fundamental la puesta en marcha de los Círculos de Estudios, que inicialmente habían sido un proyecto frustrado en el PRD, al que Bosch trató infructuosamente de reordenar y salvar desde 1970.
Fundado el PLD, los Círculos de Estudios se constituyeron en una estructura obligatoria, dirigida a formar a los que ingresaban al partido, muchos de ellos procedentes de organizaciones barriales, comités de trabajo peledeístas, comités patrióticos y populares, y muy especialmente entre los lectores de Vanguardia del Pueblo que aspiraban a alcanzar la categoría de miembros del partido. Con los Círculos, “Bosch creó una verdadera escuela de formación política.
Sin embargo, desde que en el VI Congreso Ordinario Profesor Juan Bosch se decidió la conversión del PLD en un partido de masas y eliminar los círculos de estudios, desapareció la educación obligatoria y la formación política perdió su fuerza y relevancia en la organización. El VIII Congreso Ordinario Comandante Norge Botello ha decidido retomar la formación política, a través de un proyecto educativo renovado y adaptado a los nuevos tiempos, para un partido de masas y al mismo tiempo de cuadros, como fuera una aspiración inicial de Bosch planteada en la Conferencia Salvador Allende, celebrada en mayo de 1974. Esta nueva etapa del PLD tiene como propósito fortalecer la formación de los nuevos cuadros, los líderes del futuro, que son aquellos que deberán asumir los nuevos retos, tareas y compromisos, desde el seno de la organización y desde la dirección del Estado.