El amor de Dios es más profundo que la tragedia de los hombres, tal profundidad suele descubrirse al saborear de día en día los sagrados sorbos de su gracia divina. Su amor es un tratado de buena voluntad para anular una existencia trivial, vacía y egoísta. Todo el dolor de una vida arruinada por la ignorancia, la negligencia o el pecado cabe perfectamente y puede ser absorbida por su corazón. Conozcámosle: la pasión de Dios son sus hijos, su prioridad son los perdidos, su anhelo, los abandonados y confundidos, su desvelo son los afligidos, su debilidad, los quebrantados, su prioridad son los desesperados y oprimidos, mas, su deleite son los pacificadores, pero su contentamiento, los obedientes. ¡El perfecto amor de Dios calma y desvanece todo temor!
¡Muy profundo!
El amor de Dios es más profundo que la tragedia de los hombres, tal profundidad suele descubrirse al saborear de día en día los sagrados sorbos de su gracia divina. Su amor es un tratado de buena voluntad para anular una existencia trivial, vacía̷