Gobierno debe apoyar Aproleche

Hace unos días fui testigo de una interesante discusión en la tienda de insumos veterinarios de la Asociación de Productores de Leche (Aproleche), ubicada en la Feria Ganadera. Un cliente reclamaba a los dependientes del lugar, por lo caro que resultaba el precio de un producto. “Esto es un abuso”, decía para comentar que esa misma mercancía estaba más barata en cualquier tienda similar. Y que no entendía que él, siendo socio de más de 10 años de esa asociación, tuviera que pagar más dinero por un servicio que un ciudadano cualquiera podía obtener en otra tienda. Fue en esa circunstancia que una de las damas, que trabajan en el sistema administrativo de la tienda, debió explicarle que con mucho pesar esa es una realidad, pero que ya la directiva de Aproleche había agotado todos los recursos del mundo para abaratar algunos precios de la tienda, sin resultados positivos. Resulta y viene a ser que el Gobierno dominicano, a través de la Dirección General de Aduanas da el mismo trato a esta asociación que a todos los negocios particulares que se dedican a la importación de productos de calidad en el mercado internacional. Y como Aproleche no puede competir en la compra por grandes volúmenes con esos tutumpotes, entonces ellos consiguen mejores precios, porque compran más cantidades y pueden vender más barato. Los que escuchamos la discusión pensábamos que el Gobierno daba preferencia a estos productores de leche asociados mediante facilidades en materia de pago de impuesto, lo que fue rechazado por la dama. “Dónde está la política de apoyo a la agropecuaria por parte del Gobierno”, exclamó el señor que entendía una falta de respaldo a este sector, que Aduanas cobre lo mismo a un comerciante que a un productor asociado que busca refugio en Aproleche, pagando una membresía que en nada le beneficia cuando se trata de temas como este. Las autoridades del Ministerio de Agricultura y su División de Ganadería debían prestar atención a esta discusión y ser mediadores con el presidente Medina para ver si le dan una manita a este sector garantizándole facilidades arancelarias al momento de traer productos extranjeros para la mejoría de su crianza. Eso sería “hacer lo que nunca se ha hecho”.