La designación de monseñor Francisco Ozoria Acosta como Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo sugiere la reorientación de la Iglesia católica hacia un plan pastoral más acorde con el pensamiento del Papa Francisco, identificado con las minorías y grupos vulnerables, como los inmigrantes, la defensa del medio ambiente, la obra como tarjeta de presentación de la fe y la compasión hacia los gays.
Monseñor Ozoria sucede en la Sede Metropolitana a Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, quien hace cinco años presentó renuncia al Arzobispado de Santo Domingo acogiéndose al canon de la Iglesia que establece los 75 años la edad en que los obispos o cardenales deben abandonar el cargo. Cumplirá 80 años el 31 de octubre.
El papa Francisco no había aceptado su renuncia, pero debido a los problemas de salud del Cardenal, el Vaticano anunció su aceptación el día 4 de julio. No obstante la designación de monseñor Ozoria Acosta, López Rodríguez sigue siendo miembro del Colegio Cardenalicio hasta que el Papa Francisco designe su sucesor.
Como Arzobispo de la provincia eclesiástica de Santo Domingo, monseñor Ozoria Acosta tendrá bajo su responsabilidad las diócesis de Baní, Barahona, San Juan de la Maguana, San Pedro de Macorís y La Altagracia.
La Arquidiócesis de Santo Domingo, tiene una extensión de 4,032 kilómetros cuadrados, 213 parroquias, 475 prebísteros, 187 diocesanos, 288 religiosos y 159 diáconos permanentes, fue creada como diócesis mediante la Bula “Romanus Pontifex” del 8 de Agosto de 1511 del Papa Julio II. Elevada al grado de Arquidiócesis Metropolitana mediante la Bula “Super Universas Orbis Ecclesias” del 12 de Febrero de 1546 del Papa Paulo III.
Trayectoria
La figura de monseñor Francisco Ozoria Acosta se distancia de la de Nicolás de Jesús Cardenal López Rodríguez, a quien muchos sectores acusan de arrogante y elitista, así como el tener una postura ultranacionalista y antiinmigrante, aunque su postura pública ha sido la defensa radical de los intereses del país.
En cambio, Ozoria Acosta se ha distinguido por la defensa hacia los inmigrantes, siendo uno de los principales defensores del trabajo pastoral del sacerdote anglo español Christopher Hartley Sartorius, que entre 1997, cuando se crea la diócesis de SPM, y el año 2006, denunció en foros nacionales e internacionales las condiciones de los bateyes dominicanos, sobre todo los del Este.
Hartley documentó la situación de los bateyes en la película “El precio del azúcar”, y a seguidas sectores ligados a la producción de azúcar lo acusaron de promover la haitianización del país.
Esto provocó que en 2005 el obispo Ozoria Acosta y los demás sacerdotes de la diócesis de San Pedro de Macorís expresaran su apoyo abierto a Hartley, de quien dijeron que trabajaba “en contra de la explotación, la violación a los derechos humanos y la discriminación racial en los bateyes de la zona”.
En la Carta Pastoral de noviembre de ese año la Conferencia del Episcopado expuso la situación de los haitianos en los bateyes, y el cardenal López Rodríguez la emprendió contra Hartley. En octubre del año 2006, extrañamente monseñor Ozoria declaró que el sacerdote anglo-español había cometido delitos graves. No explicó esos delitos.
En la Conferencia Episcopal Dominicana, monseñor Ozoria Acosta fue presidente de la Comisión Nacional para Laicos, de la Comisión Nacional de Pastoral de la Movilidad Humana, de la Comisión Episcopal de Pastoral Haitiana y para los Trabajadores de la Salud.
Junto a monseñor Pablo Cedano y monseñor José Grullón Estrella, el 4 de diciembre de 2014 monseñor Ozoria Acosta remitió una carta al presidente Danilo Medina exhortándole a buscar una salida humanitaria a la situación de desnacioanalización de miles de haitianos creada por la sentencia 168-13 del Tribunal Constitucional.
En San Pedro de Macorís es considerado un sacerdote a tiempo completo, de trato afable e identificado con los problemas sociales de la provincia, sobre todo de los pobres.
Vida de Ozoria Acosta
De acuerdo con la página web del Vaticano, monseñor Francisco Ozoria Acosta nació el 10 de octubre de 1951 en Nagua, diócesis de San Francisco de Macorís, y realizó estudios elementales en las escuelas Payita y Mercedes Bello de Nagua; posteriormente estudió en el Seminario San Pío X de Licey al Medio en Santiago de los Caballeros.
Fue ordenado presbítero el 2 de septiembre de 1978 en la diócesis de San Francisco de Macorís; tras su ordenación presbiterial recibió los siguientes encargos: director de la ópera diocesana para las vocaciones sacerdotales en la diócesis de San Francisco de Macorís y vicerrector y formador del Seminario menor de la diócesis de La Vega (1978-1981).
En 1988 fue enviado a Roma para estudiar en la Pontificia Universidad Lateranense, donde se licenció en 1990 en teología pastoral. De regreso en la República Dominicana fue formador y profesor de teología pastoral en el Pontificio Seminario Santo Tomás de Aquino de la archidiócesis de Santo Domingo (1990-1992).
Fue párroco de la parroquia de la Santísima Trinidad de Nagua y de la de San Francisco de Asís de El Factor (1992-1997), y también de la de Santiago Apóstol de Arroyo al Medio.
El 1 de febrero de 1997 fue nombrado primer obispo de la nueva diócesis de San Pedro de Macorís; en la Conferencia Episcopal fue presidente de la Comisión Nacional para Laicos, de la Comisión Nacional de Pastoral de la Movilidad Humana, de la Comisión Episcopal de Pastoral Haitiana y para los Trabajadores de la Salud.
Cardenal López Rodríguez
El Cardenal López Rodríguez nació el 31 de octubre de 1936, en Barranca, Diócesis de La Vega.
Ordenado sacerdote el 18 de marzo de 1961, en La Vega, y Elegido y nombrado Obispo de San Francisco de Macorís por el Papa Pablo VI, el 16 de enero de 1978.
Consagrado el 25 de febrero de 1978, por el Cardenal Octavio Antonio Beras Rojas, Arzobispo Metropolitano de Santo Domingo.
Trabajó pastoralmente en la diócesis de La Vega, de 1961-1964. Continuó sus estudios, en Roma hasta 1966. Trabajó pastoralmente en La Vega, de 1966 a 1968.
Fue creado Cardenal presbítero el 28 de junio de 1991 por el Papa Juan Pablo II; recibió la birreta roja y el título de S. Pio X alla Balduina, el 28 de junio de 1991.
En la Curia Romana pertenece a la Congregación para el Clero, Congregación para los Institutos de Vida Consagrada y Sociedades de Vida Apostólica, al Pontificio Consejo para las Comunicaciones Sociales y a la Pontificia Comisión para América Latina (CAL).
El Episcopado gobierna la Iglesia
La Iglesia está dirigida por la Conferencia Episcopal. La jerarquía de la Iglesia está basada en tres grados esenciales: episcopado, presbiterado y diaconado. Cada obispo es responsable de su diócesis y territorio de competencia. Sin embargo, cuando compete a asuntos que afecten positiva o negativamente a la sociedad, la Conferencia Dominicana se pronuncia a través documentos para enviar un mensaje o una respuesta concerniente al tema tratado.