Una prueba solo se pasa haciendo lo correcto. Muchas veces somos tentados a pensar que el fin justifica los medios, especialmente en esa particular circunstancia donde no podemos ver la verdad, o su precio parece inalcanzable. Qué peligroso cuando nos equivocamos pensando así, porque cometer un error te puede llevar a un callejón sin salida, pero una mente equivocada, al abismo insalvable.
Ser sobrios, dejar descansar nuestras ansiedades en Dios, y como una prioridad aceptar el consejo de su palabra, es corroborar con el punto de vista inequívoco del Omnisciente, quien ve el presente, el futuro y lo profundo del corazón. Dios ha tomado todos los ángulos en cuenta al momento de aconsejarte, su palabra es tu decreto, tu boleto a un destino de bien irreversible.