Los bonos del dirigente de los Grizzlies de Memphis, Lionel Hollins, están por las nubes y él lo sabe.El sólo hecho de tener a los Grizzlies en una final de conferencia luego de una temporada regular de 56 triunfos le confiere ciertos lujos que pocos estrategas se pueden dar en estos momentos.
Memphis, a base de una impenetrable defensa (la mejor de la liga), es el equipo del momento en la NBA y él es una de las grandes razones de ello.
Sin embargo, el coach Hollins no tendrá ninguna obligación contractual con esa organización después del final de estos playoffs, así que será una especie de agente libre. Tendrá una decisión que tomar. Existen desde ya organizaciones que lo prefieren para el trabajo, aunque es evidente que el equipo que está en mejor posición de hacerse de sus servicios son los Nets de Brooklyn, escuadra que tiene mucho más holgura económica que los propios Grizzlies, quienes dicho sea de paso, han mostrado claro interés en continuar con él.
Será lo de siempre: tomar más dinero o tratar de hacer que aquello que él construyó funcione por mucho más tiempo.
Si me preguntan qué hará el coach, no vacilaría en contestar que permanecerá en Memphis en vez de ir a otro conjunto en el que ganará mucho más dinero como Brooklyn, cuyo “spotlight” es más que un arma de doble filo.
Si bien Memphis se apresta a luchar en una condición desigual en la agencia libre, no hay duda que todo va a depender de lo que pase en estos playoffs. Un avance a la final de la NBA solidificaría las bases para la continuidad del que en sus tiempos de jugador, estuvo en el Equipo Defensivo de la NBA en un par de ocasiones.
Hollins ya conoce a sus jugadores y sabe que ellos se adaptan perfectamente a su sistema de juego, uno eminentemente defensivo.
Él ha hecho que jugadores como Marc Gasol o Zach Randolph luzcan monumentales y ha sido artífice de que sus jugadores de rol se empleen a la perfección.
Memphis, a pesar de ser una franquicia de mercado pequeño, es lo más conveniente para Hollins. Esperemos su decisión.