Hay realidades tan abrumadoras como extravagantes, se extienden en el terreno transitorio de las circunstancias como hiedras permanentes, abarcando paredes, troncos, y apretando todo a su paso, sin dejar el más mínimo espacio para un desliz. Realidades que estrangulan tus oportunidades con una madeja de ansiedades. De igual manera, existen verdades divinamente contundentes, esas que con un toque al interruptor encienden cada bombilla del entendimiento y desnudan el pensamiento mejor embalsamado.
La fe se alimenta de la verdad y fructifica con el amor, son extrañas semillas del árbol de vida que evidencian su poder en los huertos que están atendidos celosamente por sus dueños, ellos siempre los riegan con aguas dulces. Por tanto, nadie que echa raíces en el terreno de la realidad, dará el preciado fruto de la fe!