Durante estos días, la Organización Mundial de la Salud (OMS) viene advirtiendo de una nueva variante de la COVID-19 que pone en alerta a todo el mundo. Se trata de BA.2.86, también conocida como ‘Pirola», clasificada como sublinaje de ‘Ómicron’ y detectada por primera vez el pasado 13 de agosto.
Según informa la OMS, «Pirola» presenta hasta 30 cambios de aminoácidos en su proteína espiga, la responsable del contagio.
Este nuevo brote ha generado mucha preocupación: «Es una variante de emergencia; surgió recientemente y se propaga rápido. Además, sus síntomas son muy complicados de descifrar”, indican desde la Organización.
Pese a la dificultad en detallar los síntomas, lo propios de esta variante son los mismos que producen las otras cepas del coronavirus: fiebre, escalofríos, fatiga, dolor muscular, problemas para respirar, pérdida de olfato y gusto, migrañas, náusea o vómito.
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Hasta el momento, se han logrado detectar seis casos de la nueva variante “Pirola” en cuatro países como Dinamarca, Israel, Reino Unido y Estados Unidos. De acuerdo informan los medios internacionales, los especialistas vienen evaluando la variante cultivándola para probarla contra anticuerpos humanos y han detallado que las secuencias que se han encontrado son muy parecidas entre sí, lo que quiere decir que “surgieron recientemente y se propagan rápido”.
El nombre de esta subvariante de Ómicron, Pirola, viene de un asteroide que fue descubierto por Karl Wilhelm Reinmuth el 28 de octubre de 1927. Además, en caso de que esta cepa se propague más rápido y aumenten los casos, podría tener otro nombre, probablemente Pi o Rho.
