Con rabia contenida, entre sollozos que dejan ver el dolor y la impotencia que carga desde hace más de un año, Mártirez Gómez Gómez, padre de la joven Mayelin Gómez, dice sentir que la justicia dominicana le ha fallado a él y su familia.
Al evocar el peor recuerdo de su vida, cuenta que su hija falleció en circunstancias aún no esclarecidas, el día 20 de julio del año 2021.
El viernes 16 de julio del 2021, Mayelin, de 17 años, salió de su vivienda acompañada de unas tías que fueron a buscarla para pasar el fin de semana. El martes siguiente la joven fue entregada a sus padres sin vida.
La adolescente tenía prohibido visitar a las mencionadas miembros de su familia materna, por lo que estas aprovecharon que los adultos no estaban en casa para buscarla, y posteriormente entre pedidos de la misma Mayelin y afirmaciones de las tías de que la cuidarían, sus padres accedieron a que pasara el fin de semana con estas.
La noche del lunes Mayelin estuvo acompañada de Darvis Michel Rodríguez y por el artista urbano Michael Valdez de la Rosa, (a) El Crok, con quienes según el reporte policial, consumió bebidas alcohólicas y otras sustancias.
Fue trasladada por ambos caballeros y una de las tías a un centro clínico pasadas las 6 de la mañana del martes, al que según los registros llegó sin vida y con rastros de sangre en las piernas.
A sus progenitores les informaron luego de las 9 de la mañana que la joven se sentía mal y estaba en la clínica, pero nunca imaginaron que lo que recibirían sería su cadáver.
Las personas que estuvieron con la joven fueron citadas por la Fiscalía, interrogadas y posteriormente dejadas en libertad, a excepción de Darvis Michel, quien cumplió ocho meses de prisión preventiva y luego fue liberado por falta de pruebas.
Pruebas que la familia de Mayelin escasamente logró reunir, incluyendo el informe del Inacif que indica que la joven sufrió una muerte violenta y que tardaron cuatro meses en obtener.
Los padres de Mayelin no salen del dolor e indignación que les ha causado no solo la muerte de su hija, sino el trato que la justicia ha dado a la misma. “Es demasiado penoso, que le quiten lo único que uno tiene y no pueda hacer nada porque no tengo dinero”, dice el padre de la joven.