Quito. Ecuador entró en “silencio electoral” con unas proyecciones de resultados muy reñidos que pondrán en juego dos modelos opuestos de país: el proyecto liberal y tecnocrático del presidente Daniel Noboa frente a la apuesta estatista y redistributiva de la candidata correísta Luisa González.
Ambos candidatos cerraron el jueves sus campañas electorales con miras a la votación del domingo, donde Noboa busca el apoyo ciudadano para gobernar hasta el 2029, y en la que González podría convertirse en la primera mujer en ser elegida presidenta en las urnas.
Ante lo ajustado que se perfila el resultado, a tenor de las encuestas de hace una semana, cuando finalizó su plazo de divulgación, la presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, ha pedido “paciencia y serenidad” a la población para esperar los resultados a través de los canales oficiales.
Calculó que alrededor de las 21:00 hora local del domingo (02:00 GMT del lunes) se podrá “visualizar ya un 80 o 90 % del escrutinio” en el portal del CNE y se conocerá si hay una tendencia marcada.
“Pero siempre, más allá de con cuánto es la diferencia, se tiene que esperar hasta que el último voto sea contado y que todos los recursos se hayan evacuado para saber exactamente cuánto sacó cada candidato y proclamar los resultados”, ha recalcado al señalar que en la jornada del domingo, un voto puede hacer la diferencia.
Para el analista César Ulloa los distintos gobiernos de Ecuador “han tratado de acomodar o acondicionar el presupuesto del Estado para tratar de satisfacer al electorado”.
En ese sentido, ve que se busca hacer del Estado una “herramienta que aceite esta máquina rentista que es el correísmo, que siempre ha creído que el Estado es del partido” y por el otro lado, observa una iniciativa que “pretende acondicionarse a retos que Ecuador no tenía hace muchos años”, como el crimen organizado.