Se acercaba la medianoche de este pasado 31 de diciembre, momento que era esperado para despedir el peor año que el mundo haya tenido en décadas, fruto de una pandemia de coronavirus, y faltando media hora para la medianoche encontramos en las redes sociales un texto que, acompañado de una fotografía, sobrecogía, de angustia y de dolor, y quitaba la emoción de escuchar los fuegos de artificio que anunciarían la llegada del Año Nuevo.
Era un texto que pocas veces se escribe cuando la gente se reúne en familiaridad para compartir la llegada del Año Nuevo como tramo final de la Navidad, pero el texto estaba ahí, tan frío como las bajas temperaturas de este invierno boreal, pero tan penetrante que congelaba el corazón y la conciencia en particular, pues todo ser humano, que espera el Año Nuevo para celebrar, se estremece al leer esta despedida final: “Hoy el año se va y quizás yo con él, pero quiero recordarles que ustedes han sido, conjuntamente con mi familia, mi razón de vivir hoy que me encuentro bien enfermo esperando el llamado de nuestro señor, y reiterarles que los amo y les agradezco todo su apoyo. (Dios bendice).”
Pero al combinar ese texto de despedida terrenal, con la fotografía que le acompañaba como constancia real, y que corresponde a nuestro gran ícono de la lucha libre profesional, la reacción natural era un shock difícil de aceptar, porque siempre asumimos a nuestros superhéroes de nuestra adolescencia y de nuestra juventud como seres sobrenaturales capaces de vencer el tiempo y las enfermedades, pero, la realidad biológica siempre se impone, y al final todos somos vencidos por el tiempo que, al pasar, genera desgaste celular.
Luego de salir del shock estremecedor, decidimos escribir y publicar en nuestra cuenta de Twitter un SOS pidiendo ayuda urgente para el protagonista del texto de despedida, mensaje que decía: “El Estado dominicano debe asumir, con carácter de urgencia, todas las atenciones de salud y todas las atenciones económicas que requiera Jack Veneno, el máximo exponente de la lucha libre profesional dominicana. Si hay alguien que lo merece es él.”, añadiendo el texto y la fotografía publicadas por Jack.
Y la respuesta no se hizo esperar, pues de inmediato las cuentas de Twitter se volcaron masivamente en respaldo de la solicitud de ayuda urgente, y el nombre de Jack Veneno se convirtió en tendencia dominante en las redes sociales durante todo el día de Año Nuevo, ya que los dominicanos del país, así como los dominicanos residentes en España, en Estados Unidos, en Chile, en Argentina, y en otras partes del mundo, comenzaron a postear emotivos recuerdos de infancia y adolescencia aplaudiendo al hombre que cada semana volaba por los aires, desde la tercera cuerda del cuadrilátero, para aplastar durante una cuenta de tres a su más férreo oponente Relámpago Hernández, y así demostrar que era “el campeón de la bolita del mundo”, título que utilizaba cada semana para invitar a todos los jóvenes del país a practicar deportes porque decía que hay “mente sana en cuerpo sano”, y ese mensaje ayudó a que millones de jóvenes de los años 70 y 80 se abstuvieran de cometer errores fáciles de cometer en esos años difíciles, pues en ese entonces era difícil encontrar a un joven que el sábado en la noche no estuviera frente a un televisor, en su casa o en el vecindario, disfrutando del programa de mayor audiencia en la historia de la Tv dominicana.
La prensa escrita, al ver el estremecimiento de las redes sociales, también se fue sumando a la tendencia del día, y primero fue el periódico El Caribe, luego el Hoy, luego el Diario Libre, luego el Listín Diario, y luego El Nuevo Diario, publicando titulares como “Piden pensión para Jack Veneno por su estado de salud”, “El mensaje de Jack Veneno que paró las redes sociales”, por lo que de inmediato el ministro de Salud Pública, Dr. Plutarco Arias, nos contactó a través de Twitter requiriendo el número telefónico de Jack, y momentos después el Dr. Mario Lama, director del Servicio Nacional de Salud, llegaba a la casa de Jack Veneno, en compañía del Dr. José Ramírez, director del Instituto Nacional del Cáncer, para manifestar decisión de autoridades de salud de asumir inmediatamente las atenciones requeridas, y así fue publicado por la prensa: “Garantizan cobertura a tratamiento de Jack Veneno”.
Pero ante millones de aplausos de respaldo de buenos dominicanos, medidos por Pavel Decamps, no faltó una decena de insensibles, envidiosos, egoístas y chismosos, que odian ver que alguien, como Jack, triunfe en un país donde ellos no han triunfado, que siempre están en contra de todo y a favor de nada, los que creen que los pesos ahorrados ayer tienen el mismo valor en una economía devaluada de hoy, con moneda cuyo valor es 60 veces inferior al valor del año 1980, y con una enfermedad capaz de exprimir en pocos meses todo lo que cualquier atleta exitoso pudo ahorrar en sus años de prosperidad. Pero la mayoría votó en favor de la solidaridad con Jack, y el apoyo oficial llegó. Bendiciones para todos los que apoyaron a Jack Veneno, y quiera Dios que esté muchos años más con todos nosotros.