Es una nueva ola, así como lo fue el periodismo de investigación a raíz del escándalo Watergate en 1970 y el periodismo de datos impulsado por las filtraciones de WikiLeaks, lo que obligó a los periodistas a aprender herramientas informáticas. El contenido patrocinado es insertar algunas herramientas de la mercadotecnia para buscar otras formas de comercialización ante la baja de colocación de publicidad. Es una especie de espacio pagado pero que se integra al contenido del medio para aportar valor con el respaldo de una marca. Por supuesto, que el medio tiene que especificarlo al lector o al televidente para que no entre en conflicto con la cláusula de conciencia del periodismo.