Si Hipólito, Leonel, Danilo y Luis tienen grandeza deberían confesarle al país que con el presupuesto que tenemos podemos manejarnos bien, y que si hace falta dinero se debe a algunas “maniobras” porque ellos saben que si solo hacen cumplir la ley que regula a los juegos de azar el Estado recibiría miles de millones que actualmente llegan a cuentas de particulares. Deben confesar que los planes sociales nunca llegan en su totalidad a los dominicanos necesitados. Confesar que los partidos y candidatos se nutren de aportes que les impide su total independencia en la administración del Estado. Y que la ceguera voluntaria, el apoyo electoral y el contubernio con sectores delincuenciales se han adueñado del 50% del patrimonio nacional.