El caso de la alcaldía de La Vega queda en manos de los tribunales. Ningún abogado reputado ha defendido la legalidad de la resolución del Concejo de Regidores de esa alcaldía de dejar sin efecto la renuncia de Amparo Custodio, luego de tres meses de abandonar el cargo y que el propio Concejo había nombrado a Joel Martínez, alcalde interino, el 22 de agosto pasado.
El valor político e institucional del caso de La Vega, no radica en el control de la alcaldía, está en la relevancia del hecho que envuelve al partido de gobierno, su extensión en los demás partidos políticos, el mal precedente legal y finalmente en el sistema de justicia.
Como el caso ha quedado en manos de los tribunales, será la prueba más importante para definir si es cierto que la mano política del partido de gobierno no interviene en el sistema de justicia, pues los juristas afirman que no hay manera legal de que una instancia judicial independiente valide la resolución de los regidores de La Vega.
La FP, por mandato de las urnas, es el principal partido de oposición, pero los propios votantes lo dejaron sin capacidad suficiente para combatir al partido de gobierno en las instituciones, especialmente el Congreso Nacional, por el dominio amplio que tiene el PRM. Por tanto, la única vía con que cuenta para cumplir el mandato del electorado, es la opinión pública.
En esta etapa, a la FP le conviene abandonar la estrategia de busca alianzas con otros partidos de oposición para desarrollar su responsabilidad con el electorado, pues el propio caso de la Alcaldía de la Vega, ha mostrado que cada organización tiene su propia agenda y que no siempre está enfocada en hacer oposición, aunque intenten hacer creer lo contrario.
El liderazgo de Leonel Fernández y la FP como organización política se han desarrollado y fortalecido, entre otras cosas, sobre la base del debate con fundamento, de las causas, del respeto a la Constitución y el estado de derecho.
El caso de La Vega sobrepasa el simple cargo, es una causa por la institucionalidad, el respeto a los votantes y una lección para quienes pretenden usar las instituciones como instrumento para complacer caprichos de niño rico.
