avatar-yanesi-espinal
avatar-yanesi-espinal

Lo que ocurre con los cambios geopolíticos pone en evidencia la crisis del liderazgo de peso en occidente, especialmente en las economías líderes del viejo continente, como Alemania y Francia. El fracaso de las apuestas contra Rusia en la guerra en Ucrania es solo una muestra de cómo una Europa huérfana de figuras fuertes, luce atrapada ante el avance de Rusia y China.

Más preocupante aún es lo que ocurre en Estados Unidos, la nación más poderosa del planeta, con la ausencia de un liderazgo lo suficientemente fuerte y legitimado para liderar con éxito los cambios geopolíticos que la retan.

La campaña electoral en el marco de las votaciones del próximo martes vuelve a poner en evidencia la crisis de la gran potencia y la división interna, manifiesta en la polarización en el desarrollo del proceso político.

Lo que ha ocurrido con el liderazgo del partido demócrata no puede ser más dramático. Llega desgastado a la cita del 5 de noviembre luego de una cadena de errores que incluyeron la renuncia a la candidatura presidencial del presidente Joe Biden, sustituido por la vicepresidenta, Kamala Harris.

Del lado republicano, el expresidente Donald Trump se ha impuesto desde 2016 a base de una participación disruptiva en la campaña, tan polémica como caótica. La división de la propia sociedad evidencia que ninguno de esos liderazgos está en condiciones de encabezar una estrategia para que la nación reconquiste el espacio que ha perdido ante el avance de China y sus aliados.

El mensaje claro para los líderes de occidente, tanto en Europa como Estados Unidos, es que la agenda que impulsan está desconectada de la realidad con alto precio. Lo peor de todo es que ese fracaso también le pasa factura al modelo democrático, que aunque imperfecto, sigue siendo la mejor opción para la convivencia pacífica.

Posted in La Pizarra

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas