Contar con información meteorológica inmediata y actualizada es una necesidad vital para un país como el nuestro, situado en la ruta de los huracanes, y expuesto a una temporada ciclónica que todos los años pone a prueba la capacidad de las autoridades para prevenir accidentes en las costas y atender a cientos de familias afectadas por inundaciones y deslaves.

De ahí que celebramos la reciente aprobación en la Cámara de Diputados de la ley que crea el Instituto Dominicano de Meteorología (Indomet) adscripto al Ministerio de Medio Ambiente, como entidad descentralizada y con autonomía financiera. Pasará ahora al Senado que deberá discutirlo, pero el deseo generalizado es que sin mayores dilaciones lo convierta en ley.

Sería un gran paso de avance que el organismo encargado del monitoreo y control del clima en el país se convierta de una simple oficina en un instituto que dispondría de recursos propios, en capacidad de adquirir tecnología de última generación y ocuparse del control y mantenimiento de las estaciones meteorológicas.

Sucede que el cambio climático ha dejado de ser una lejana amenaza para convertirse en una pesadilla real, que se manifiesta con mayor intensidad en las sequías, en el aumento del nivel del mar o en las inundaciones repentinas; y esto ya lo hemos experimentado en carne propia.

Y aunque hace ya varios años que el país no se ve afectado por un huracán de proporciones, no está en absoluto a salvo de los desastres meteorológicos, con sus secuelas de poblaciones anegadas, desplazamientos de familias y personas ahogadas por crecidas repentinas de ríos, cañadas y arroyos.

La mejor manera de enfrentar estos eventos que año tras año se repiten con diferente intensidad es contar con información adecuada y de primera mano, y con equipamiento tecnológico de vanguardia, precisamente porque la información es la base de la acción.

Cabe reconocer que la Oficina Nacional de Meteorología ha estado a la altura en cuanto al desempeño de sus funciones de predicción de fenómenos climáticos, pero un instituto tendrá mayores atribuciones y superior capacidad de respuesta.

Esperemos que el Senado también sepa dar la talla y apruebe cuanto antes esta iniciativa salida de la cámara baja, para que la próxima temporada ciclónica nos encuentre mejor preparados. La pelota está en la cancha de los senadores, es su obligación ejecutar la jugada correcta para beneficio del país.

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