El de las quejas de millones de usuarios con las administradoras de riesgos de salud (ARS) y las prestadoras de servicios de salud (PSS) es un tema de vieja data y, según la experiencia, insoluble. Solo se toca de tiempo en tiempo por los intereses que envuelve. Ahora ha vuelto a ser noticia con el pronunciamiento de la Conferencia del Episcopado Dominicano en ocasión de la Independencia Nacional. Son muchas las insatisfacciones que persisten sobre los servicios y facilidades que esas entidades están supuestas a garantizar a los afiliados. No reciben la atención que merecen, particularmente la cuestión de los llamados copagos que se exigen. Gracias, obispos.