En nombre de la justicia, a veces jueces y tribunales actúan de forma confusa y cuestionable, por negligencia o debilidad. Ese es un comportamiento que resulta más censurable cuando se trata de casos de violaciones y abusos a niños. Que un supuesto pastor evangélico haya vuelto a las andadas luego de que hace 5 años fuera condenado por los mismos delitos y que entonces la sanción fuera de pena cumplida resulta difícil de entender y de aceptar. Condenas ejemplarizadoras es lo que se necesita con estos monstruosos casos. Padres, para que sus hijos no caigan en manos de tales depredadores, no descuidarse respecto a la supervisión de sus movimientos.

Posted in Buen Oficio

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas