Estudiantes del sector público se benefician del programa de apadrinamiento de escuelas de Fundación Estrella
Estudiantes del sector público se benefician del programa de apadrinamiento de escuelas de Fundación Estrella

Todo centro educativo es espacio separado de la sociedad. Sea un preescolar o una universidad, la educación sistemática acontece en un ámbito delimitado. Desde Platón y Aristóteles ocurría, mas Sócrates optó por las calles y el mercado y en la actualidad muchas experiencias académicas acontecen en las redes de Internet. Por tanto, hablamos de un ámbito físico delimitado, pero también una experiencia particular, que constituye lo escolar.

Sea física o existencialmente a la escuela se accede por una puerta, por un umbral. Igual que las casas y apartamentos donde viven las familias, o los templos, o las empresas y tiendas, las oficinas públicas, etc…

Siempre hay un acceso determinado para acceder. Una vez dentro queda fuera el trajín de la sociedad, rural o urbana, sus preocupaciones y necesidades. En la escuela el tiempo es diferente, los espacios son diferentes, las ocupaciones distintas a la de la sociedad y sobre todo las relaciones entre los participantes es muy peculiar.

Surgen preguntas legítimas. ¿Debe la escuela articularse en función de las necesidades de la sociedad? ¿El ámbito escolar ha de ser una minúscula expresión de lo social? ¿Se debe medir la calidad de los egresados en función de su inserción en el ámbito laboral?

Si la escolaridad sirve exclusivamente para llenar las necesidades productivas de la sociedad, poco aporta.

Si genera individuos absolutamente inadaptados, mina por supuesto la integración social. A la escuela por tanto se va a pensar, a leer, a escribir, a dialogar, a cultivar la tolerancia, a valorar la calidad del arte y el conocimiento, a experimentar con la naturaleza, a crear, a imaginar nuevas formas de hacer las cosas, a perder el tiempo fantaseando, aprendiendo a ejecutar instrumentos musicales, habilidades artísticas y disciplinas deportivas.

La escuela siempre ha de ser espacio privilegiado para escapar del stress productivo y el control ideológico. Si la escuela no es libre y creativa, no es escuela. Las grandes cantidades de gente “sin educación” se debe a las malas escuelas donde fueron.

Posted in Aula Democrática

Más de opiniones

Más leídas de opiniones

Las Más leídas