La Nana de Pequeñines no es solo una historia sino una herencia de amor
En un viaje de vida lleno de resiliencia, optimismo y determinación la autora Yris Tavárez presentó su autobiografía “La Nana de Pequeñines”, donde dentro de sus tantos mensajes busca empoderar a las mujeres que viven algún tipo de violencia en su relación de pareja.
“La Nana de Pequeñines no es solo una historia sino una herencia de amor. Es un legado de una mujer sobreviviente que aprendió a volar sin poder usar sus alas. Una historia fuerte y soy sobreviviente de violencia, pero gracias a Dios porque me ayudó con mi fe, esperanza y tenacidad”, expresó la creadora.
Además, esta obra narra las vivencias de Tavárez desde una infancia sencilla y llena de valores hasta los desafíos de la maternidad y las dificultades personales. Relata cómo dos mujeres ejemplares, su madre y abuela moldearon su espíritu fuerte y positivo.
La escritora explora temas universales de superación, aceptación y crecimiento emocional. Al recordar sus vivencias, la misma invita al lector a descubrir la fortaleza interna para levantarse ante las adversidades y buscar la paz interior a través de la gratitud y el perdón.
Su refugio
“Por los años 80 y tantos quien era mi esposo y yo creamos el Centro Pedagógico Nana de Pequeñines, lugar que me servía de refugio por el hecho de estar con niños. Aprendí a esconder mi tristeza por la violencia que vivía en mi casa detrás del maquillaje, gafas y un sombrero”, expuso Tavárez.
Dijo que la narrativa también cuenta que a sus 35 años, al divorciarse continuó con sus estudios profesionales y decidió aconsejar a niños y madres que pasaban por momentos difíciles, para impedir que estos se quitaran la vida.
“Nunca permitan que nadie les pisotee. La autoestima de cada mujer es su refugio, es el orgullo que nos levanta cada día. Me defino como una mujer sobreviviente pero con un legado de una directora que inició empíricamente y que pudo demostrarle a cada uno de mis colegas que no se queden atrás, que había que seguir”, aconsejó Tavárez.
Con un enfoque humanista y una voz sincera, este libro es un llamado a las mujeres a no rendirse, a enfrentar la vida con valentía y a construir su propio legado de amor y resiliencia.
Asimismo, “La Nana de Pequeñines” resalta el poder de la comunidad y la creación de recuerdos significativos que fomentan el crecimiento personal, la espiritualidad y las enseñanzas de su madre como pilares en su camino hacia la sanación.
Tras 40 años de haber vivido esta historia, la dramaturga no solo tiene el propósito de ser la portavoz de las que sufren, sino también de ser, servir, estar y olvidar; y por supuesto mostrar que la preparación y el trabajo continúan a pesar de las adversidades.