En 1698 nació en Irlanda Anne Bonny, hija del jurista William Cormac y de su relación con una criada doméstica. Tras hacerse público el adulterio se produjo un escándalo en la tradicional y religiosa sociedad irlandesa. La presión social fue tan fuerte que Cormac decidió junto con la madre de su hija emigrar a Charles Town en Carolina del Sur. Liberado socialmente y gracias a su conocimiento de la jurisprudencia y habilidades para comprar y vender adquirió bienes y finalmente compró una plantación que le permitió con relativa prontitud reunir una notable fortuna. La destreza de su progenitor para los negocios posibilitó que Anne viviese una infancia y adolescencia lejos de la pobreza y pudo recibir una esmerada educación, aunque desde su infancia siempre tuvo un carácter independiente y rebelde que le produjo enfrentamientos constantes con sus padres.

Desde pequeña le fascinaba montar a caballo y manejaba las armas mejor que cualquier chico de su edad y parece ser que adolescente, en una riña, apuñaló a una sirvienta de la plantación. Bastante joven aún su padre la intentó comprometer con un comerciante local, pero Anne, no sin ocasionar grandes disgustos, se opuso a cumplir los deseos familiares. En cambio, el año de 1718 se casó a escondidas de su familia con un marinero llamado James Bonny, que no solo deseaba su belleza, sino que ambicionaba quedarse con la fortuna paterna. Una vez descubierta sus intenciones su padre decidió desheredarla y Anne, muy enojada, quemó la plantación y huyó con su consorte a las islas Bahamas donde se instaló en Nueva Providencia.

Nassau conocida entonces por los ingleses como la república de los piratas estaba habitada por una población que eludía por norma las leyes imperiales y donde James Bonny, pasó a desempeñarse como informante y espía de estas empresas para el gobernador Woodes Rogers. Anne contrariada y molesta con este desempeño durante ese tiempo, empezó a mezclarse en las tabernas locales con marinos y piratas. En uno de los antros que frecuentaba conoció a Jack Rackham, apodado “Calico Jack”, con quien inició una relación que fue colmada de regalos y promesas. El impulsivo Rackham ofreció dinero para el divorcio a su esposo y este indignado rechazó la oferta denunciando la situación ante el gobernador que amenazó a Anne con azotarla en público. Finalmente, en agosto de 1720, se escapó con Rackham que logró reunir un grupo de marineros con los cuales saqueó un barco en Nassau, dando comienzo la carrera pirata de esta singular mujer.

Desde ese momento pasó a convertirse en un miembro más de la veintena de hombres que conformaban la tripulación de la nave incluso vistiéndose como ellos. El barco se dedicó a asaltar buques mercantes en las costas de Jamaica siendo ella parte activa de los combates. Los escritos que recogen sus vivencias la presentan como competente, efectiva y respetada por sus compañeros. El gobernador Rogers la denunció en una circular publicada en The Boston News-Letter como uno de los “piratas buscados”. Aunque Anne Bonny fue señalada como una peligrosa pirata nunca llegó a comandar su propio barco.

Tras los asaltos los marineros apresados eran obligados a formar parte de la tripulación y eso sucedió con un atractivo joven que formaba parte de la marinería de un barco proveniente de Hamburgo. El muchacho se hizo inseparable de Anne situación, levantó que los celos de Cálico Jack, aunque todo se aclaró cuando averiguó que se trataba de una joven mujer inglesa llamada Mary Read que siguió vistiendo de hombre y se unió así al mundo de la piratería. Ambas compañeras fueron famosas por sus hazañas y por lograr atesorar buenas riquezas.

Perseguidos de caza recompensas y embarcaciones de la Armada británica, a finales de octubre de 1720, el navío comandado por Jonathan Barnet a las órdenes del gobernador jamaicano puso fin a estas violentas correrías. El apresamiento del barco fue fácil, pues la mayor parte de la tripulación se encontraba ebria al momento del asalto y apenas hubo resistencia física alguna. De hecho, la leyenda cuenta que las únicas que pelearon fueron las dos mujeres, por cierto, las ultimas en ser capturadas en cubierta. El capitán Rackham y su tripulación fueron embarcados para Jamaica donde fueron juzgados y sentenciados a la horca. Según un testigo, las últimas palabras que Anne Bonny dijo al encarcelado Rackham fueron: “Si hubieses luchado como un hombre, no serías ahora ahorcado como un perro”.
El 15 de noviembre de 1720 ambas mujeres fueron declaradas culpables, pero eludieron la pena de muerte dado que las leyes inglesas impedían la ejecución de mujeres embarazadas. Permanecieron en prisión por varios meses donde Mary murió a causa, probablemente, de circunstancias ligadas al parto. Anne permaneció apresada hasta dar a luz. Finalmente, sólo sabemos que no fue ejecutada, pero tampoco existen registros históricos de su liberación, lo que alimenta la especulación de que fue liberada por su padre utilizando sus influencias. Aunque nunca sabremos cuál fue su verdadero final, lo que sí es cierto es que Anne Bonny ha pasado a la historia por ser la primera mujer pirata de la que se tiene constancia en el mar Caribe.


Connected Worlds: The Caribbean, Origin of Modern World. “This project has received funding from the European Union´s Horizon 2020 research and innovation programme under the Marie Sklodowska Curie grant agreement Nº 823846.

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