Desde 1883 circuló en nuestro país una interesante publicación llamada “Revista científica, literaria y de conocimientos útiles”. Un periódico decenal sobre artes, industria, ciencia, historia y todas las áreas del saber de la época. Salía los días 1, 10 y 20 de cada mes y eran sus propietarios el doctor Guillermo de la Fuente y el señor José Joaquín Pérez. En su número cuatro de mayo de 1883, aparecen datos relacionados con la salud que relatamos a continuación.

Se hablaba del Juro Médico diciendo: “De dar una ley que organice el cuerpo médico-farmacéutico se ocupa en estos días el Congreso Nacional. Al distinguido doctor Pedro A. Delgado se debió el año anterior un reglamento que fue aprobado por el Ministerio del Interior y Policía. Y en seguimiento se produce la iniciativa del Ejecutivo de la nueva ley. Mucho nos alegraremos de que venga esta ley a cortar de una vez y para siempre los vicios de que adolece este servicio en toda la República, velando por la moral y decoro de la profesión, señalando los limites, deberes, derechos y atribuciones de cada uno, y como dice muy bien el ministro a que nos referimos, moralizando el servicio y poniendo a las poblaciones al abrigo de toda superchería”.

En otra información se trata de “un caso raro”. Y decía: “El Diario del Ozama del 27 da cuenta de un cuerpo de tamaño y forma de un huevo de paloma rodeado de infinidad de cabellos a manera de raíces y formado de sustancias calcáreas que fue extraído de un absceso de la región umbilical por el licenciado D. José de Jesús Brenes. Felicitamos a nuestro joven y estudioso compañero por el éxito que obtuvo y le ofrecemos las columnas de nuestro publicación para que de a conocer la curiosa observación de este fenómeno que no hemos tenido el gusto de ver”. Así se relataban los procedimientos quirúrgicos, escasos y difíciles que se llevaban a cabo en esos años.

También tiene esa edición un anuncio de la La Salud, botica de Rafael Delgado Tejera, que se encontraba en la calle Separación, hoy El Conde, en la ciudad de Santo Domingo. Decía: “El surtido de esta acreditado establecimiento es escandaloso. Los productos químicos franceses que tenemos para el despacho de recetas son de lo mejor que se ha visto aquí. Nuestros precios como la sabe nuestra clientela están al alcance de los más pobres. En una palabra, despacho amable, pronto, equitativo, concienzudo y a todas horas del día y de la noche”.

En el amplio listado de colaboradores de esta publicación encontramos diversos profesionales del área de la salud como el doctor Carlos Arvelo, catedrático de medicina del Instituto Profesional, Dr. Eliseo Font y Guillot, médico y cirujano, el doctor Joaquín Heredia, médico y cirujano, así como también con la misma descripción aparece el doctor Leopoldo Pou y Pereira. Otros colaboradores de esa publicación eran Monseñor Meriño, pasado presidente de la República, Eugenio María de Hostos o Salomé Ureña de Henríquez.

Encontramos de igual forma un escrito del doctor Joaquín Heredia sobre el estudio de la medicina que en su primer párrafo decía: “ En la gaceta Oficial del 22 de julio de 1882 donde dice Ley Orgánica, se lee el programa de las asignaturas que deben cursar los que se dediquen al estudio de la medicina. Y aparte del grandísimo servicio prestado a la República ya que viene a llenar una necesidad imprescindible es preciso señalar los muchos defectos de que adolece”. Así vemos cómo esa publicación aportaba ideas y debate al tema de la educación médica. Continuará…

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