Pese al sombrío ambiente que asoló el acontecer literario nacional durante los dos años de rigor pandémico, los escritores dominicanos decidieron unificarse en una entidad, y desde ya realizan actividades virtuales y presenciales, entre las que se inscribe para el próximo 17 de abril la visita del poeta y novelista colombiano William Ospina, laureado con el premio Rómulo Gallegos, entre otros galardones de las letras iberoamericanas. Desde la asamblea constitutiva, el pasado 25 de noviembre, donde escogió su directiva presidida por Emilia Pereyra, la Unión de Escritores Dominicanos (UED), ha dado importantes pasos para crecer como organización, encaminados a que la literatura dominicana alcance una mejor difusión entre los escritores y lectores del continente. La confirmada visita de Ospina quedará registrada como una de sus realizaciones. Las enciclopedias virtuales destacan que Ospina nació el 2 de marzo de 1954 en Padua, Herveo-Tolima, (Colombia). Su padre era el cantante de folclore colombiano Luis Ospina. Estudió derecho y ciencias políticas en la Universidad Santiago de Cali. Desde su juventud se dedicó a la escritura a través del periodismo y la literatura. El escritor vivió en Europa de 1979 a 1981, viajando por Alemania, Bélgica, Italia, Grecia y España. En 1982, el colombiano ganó el Premio Nacional de Ensayo de la Universidad de Nariño, Pasto, con el ensayo Aurelio Arturo, la palabra del hombre, y en 1986 publicó su primer poemario: Hilo de Arena. Fue redactor en la edición dominical del diario La Prensa de Bogotá de 1988 a 1989. Escribió ensayos sobre Lord Byron, Edgar Allan Poe, León Tolstói, Charles Dickens, Emily Dickinson, las mil y una noches, Alfonso Reyes, Estanislao Zuleta, literatura árabe, la brujas de Macbeth. En 1992 obtuvo el primer Premio Nacional de Poesía del Instituto Colombiano de Cultura. En 1999 recibió el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad Autónoma Latinoamericana, de Medellín, y en 2005 el Doctorado Honoris Causa en Humanidades de la Universidad del Tolima. Felicitamos a la UED por la iniciativa, un verdadero respiro postpandemia.