Erasmo Vásquez es recordado entre veteranos cronistas del acontecer nacional de las últimas décadas como un médico que llegó a ocupar el cargo de ministro de Salud Pública y a liderar la organización que agrupa a los galenos del país. Ha constituido una verdadera sorpresa su libro Visión Moderna de la Historia Dominicana, escrito con el rigor de la metodología de la investigación científica. En un volumen de 670 páginas, el autor, nacido en Jamao al Norte en 1948, inicia su ensayo con un enfoque que titula “De la España musulmana a la redención cristiana (711-1492), culminando con el gobierno de Danilo Medina, de quien dice fue elegido presidente de la República “con el apoyo del caudillo Leonel Fernández, de la tercera oligarquía, y disponiendo de los fondos públicos (2012-2016)”. Entre las sorpresas que encontraría el lector en los 26 capítulos de Visión Moderna de Historia Dominicana es que, pese a Vásquez haber sido ministro del primer gobierno del Partido de la Liberación Dominicana (PLD), se revela como un crítico radical de sus gestiones, coincidiendo con quienes entienden que estuvieron manchadas por escandalosos actos de corrupción. El médico historiador, fallecido en abril del 2021, elogia las cualidades políticas del presidente Antonio Guzmán, del Partido Revolucionario Dominicano (PRD); sobre Salvador Jorge Blanco, de la misma organización, lo presenta interesado en sanear la economía con recetas del FMI, siendo víctima de una persecución política aplastante por parte de quien se beneficiara de su renuencia a cederle el paso a su compañero Jacobo Majluta, el caudillo reformista Joaquín Balaguer. Vásquez invita al estudio de figuras como Trujillo, Bosch, Peña Gómez, Jacinto Peynado y Margarita Cedeño, entre otros, con una pobre valoración de quienes fueron sus compañeros, Fernández y Medina. Del primero dice que se entregó “en los brazos de la globalización y el libre mercado”, y del segundo afirma que como gobernante “no modificó ni la situación social ni la situación económica de los dominicanos, todo al contrario”. El libro del médico historiador es una auténtica sorpresa bibliográfica.