Ensayo sobre La Vega de Abréu Fernández

En medio de un modelo global que apuesta a la extinción de las identidades de los pueblos, el ingeniero, político, investigador y escritor vegano César Arturo Abréu Fernández publica el ensayo Apuntes sobre la evolución urbana, arquitectónica y económica de La Concepción de La Vega, con el que garantiza para el presente y el futuro la imagen de una provincia cuya historia es una franja destacada en el universo total de devenir dominicano.

La nueva obra, con el sello de Editorial Santuario, es la sexta publicada por Abréu Fernández, de quien comentáramos recientemente en esta columna su novela El águila y los ruiseñores, con la que recrea la ocupación militar de los Estados Unidos del 1916. Un exhaustivo periplo histórico de la Isla de Santo Domingo, con La Vega entre sus primicias, podrá realizar el lector gracias a las descripciones apegadas al rigor científico que coloca el autor.

Una cita del historiador Frank Moya Pons sintetiza toda la filosofía que justifica el ensayo sobre la legendaria provincia con tantos hijos meritorios. “La historia de La Vega es, en más de un sentido, una historia de cambio y permanencia, como toda historia es”, dice el emblemático autor, también nacido en la misma demarcación.

Pero es preciso llegar hasta el colofón del texto para recibir la explicación del propio Abréu Fernández cuando escribe: “El propósito esencial de este libro es mostrar cómo la ciudad ha ido cambiando, mostrando a la vez los elementos que han permanecido indemnes por ser expresiones de valores culturales permanentes”.

Tras enfocar los primeros asentamientos a orillas de Río Verde, “a tiro de arcabuz” del poblado indígena Guaricano, en las proximidades de Cutupú, pasando por La Vega Vieja, llega a la ciudad actual, con una vasta ilustración de sus diversas etapas arquitectónicas.

El autor concluye en que su ciudad “ha sido y es una pujante y vibrante comunidad que ha contribuido grandemente al enaltecimiento, sostenimiento y afianzamiento de los valores esenciales e inmarcesibles que conforman la dominicanidad”. Recomendamos su lectura.