Dinanyiris fue distinguida con la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2024 en la Categoría Deporte. FUENTE EXTERNA
Dinanyiris fue distinguida con la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2024 en la Categoría Deporte. FUENTE EXTERNA

atleta

La medallista dominicana se graduó de Marketing en la Universidad del Caribe y también de Educación en la Universidad Autónoma de Santo Domingo (UASD)

La pérdida involuntaria de peso que en ocasiones le impidió competir en su categoría y algunas lesiones en sus manos no lograron desviar a Dinanyiris Furcal del camino que había elegido a la edad de 15 años: el taekwondo, una disciplina mayormente de hombres, en la cual demostró su valía como deportista y, sobre todo como mujer en capacidad de romper tabúes y alcanzar récords, como lo hizo durante su trayectoria profesional. Ningún obstáculo logró desviarla de ese camino, pues desde su despegue avanzó sin pausa hasta alcanzar el máximo nivel de dominio de este deporte.

Ya retirada, la atleta dominicana fundó la academia “Dinanyiris Taekwondo” en San Pedro de Macorís, donde forma atléticamente a niñas y niños “para ver si con Dios por delante se convierten en los futuros y futuras medallistas de taekwondo nacional e internacional.

Dinanyiris Furcal, distinguida con la Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana comparte con elCaribe sus 10 momentos inolvidables tanto de su vida profesional como familiar.

1. De escasos recursos

Nací en San Juan de la Maguana, tuve una infancia como cualquier niño de escasos recursos, pero me crié en un hogar lleno de valores, donde el respeto, la resiliencia, la responsabilidad y la gratitud van de la mano. En mi casa siempre reinaba el amor, relajamos mucho, cada quien tenía su tarea asignada en la casa. Tengo intacto en mi mente cuando esos días de reyes, mi papá Nelson Furcal (Cuchín), maestro constructor, parece que guardaba ese dinerito para dejarnos esos reyes debajo de la cama a mis 3 hermanas y a mí. Fue bonita mi infancia, de verdad que sí. Mi mamá, Mayra Hernández es ama de casa, mis hermanas son maestras universitarias”.

2. Estudios primarios y secundarios

Mis primeros estudios los hice en la Escuela Mercedes Consuelo Matos, quedaba cerca de la casa, nos íbamos a pie, mi mamá siempre nos llevaba a mis hermanas y a mí. La secundaria la cursé en el Liceo Pedro Enríquez Ureña, fue un poco difícil porque en eso entré al deporte y tenía que viajar constantemente, tuve que hacer el tercero y el cuarto de bachillerato semipresencial, iba al liceo de lunes a jueves y los viernes venía a Santo Domingo para estar en el equipo. El liceo fue una experiencia bastante bonita y al mismo tiempo caótico porque al ligar el deporte con la escuela, cuando llegaban los lunes tenía tareas atrasadas, pero gracias a Dios que las maestras aceptaban mis excusas y me daban el chance de ponerme al día”.

Dinanyiris Furcal exhibe el reconocimiento Medalla al Mérito de la Mujer Dominicana 2024

3. Amor a primera visita

Mi amor al taekwondo nació un día en que acompañé a mi mamá a una caminata de adultos en la que siempre participaba en un complejo deportivo que quedaba cerca de la casa. Ella siempre me decía que no podía estar todo el tiempo sentada en la puerta, que la acompañara que había muchos niños haciendo deportes, pero le decía que no. Un día me fui con ella, la vi en la pista caminando, entonces me dijo que chequeara las instalaciones, que ahí se practicaban distintos deportes, para entonces tenía 15 años. Subí al techado de combate, automáticamente la mente me dijo ven, dobla a la derecha y pasé por taekwondo. El maestro Edgar Andújar me invitó a pasar, pero solo entraba la cabeza y veía esas niñas y niños peleando. Cuando mi mamá me pasó a buscar me preguntó qué deporte veía, le dije que vi uno bonito en el que pelean, pero ella me dijo que eso no se podía y le contesté que sí, que ese era el que quería. Al día siguiente fui al complejo, quería aprender rápido, estar con el cinturón amarillo, verde, pero el maestro Edgar Andújar me dijo que el taekwondo es como los militares que hay que iniciar desde cero y me puso donde estaban los más pequeñitos, pero de tamaño”.

4. Primer combate

Como a los tres o cuatro meses de entrenamiento, había una competencia provincial, pero el maestro me decía que no podía participar, que era para cinturones rojos, azules y que yo era blanco, que me podía dar un golpe. Le dije que sí podía participar, entonces me entraron en la competencia de los Juegos Provinciales en San Juan de la Maguana en 1996. Me acuerdo que estaba asustada, pero entré a la competencia y peleé con la que estaba más dura y le gané: Eso fue lo más grande para mí, brincaba de la alegría y le decía al maestro que sí se puede. Esa fue mi primera medalla en unos juegos provinciales”.

5. Selección Nacional

En los Juegos Nacionales de Mao logré la medalla de oro en 1997, entrenábamos con el maestro Edgar Andújar, Dalton Pérez, entre otros compañeros que sobresalieron mucho en el taekwondo. De ahí me llamaron de la selección, empezó un proyecto con un grupo nuevo y desde el 1997 conformé la Selección Nacional. Luego me invitaron para ir a una competencia internacional, decían que tenían que examinarme, pasar los procesos de cinturones, cuando le dijeron a mi mamá, ella no quería, decía que ese era un deporte para hombres, pero mi papá estaba de acuerdo, ella le decía que si me daban un golpe él era el responsable. Recuerdo que mi padre buscó dinero prestado, me sacaron el pasaporte, me llevaron a Puerto Rico y logré una medalla de oro. Recuerdo que estaba como loca de la alegría, mi mamá se convenció de que ese deporte era el mío, cuando me vio en el periódico estaba feliz, toda la familia y los vecinos estaban contentos, ya en San Juan yo era una figura. Fue muy bonito ese momento”.

Dinanyiris Furcal junto a su esposo Pablo Jacobo y sus hijos Stewart, Génesis y Starlin

6. Juegos Centroamericanos

Cuando llegaron los Juegos Centroamericanos y del Caribe en 1998 tenía apenas 17 años. Ya la cosa se ponía dura, iban atletas de élite y en ese momento quedé en cuarto lugar, hice dos combates gané uno y perdí uno. Cuando perdí empecé a llorar, pero como quiera todos me felicitaban, salí en televisión, pero era demasiado para mí, quería ganar, lloré, lloré mucho por que perdí, pero después yo misma me dije que me iba a preparar para el próximo combate. Luego en 1999 fui a un campeonato mundial en Canadá y aunque teníamos buenos entrenadores como Osvaldo García y Tony Mesa que confiaban plenamente en nosotros perdí el combate, pero fue una experiencia muy agradable el competir con atletas de élite siendo tan nueva en ese deporte. Después volví a San Juan a terminar la escuela, luego entré a la universidad, mi mamá decía que tenía que terminarla obligatoriamente. Fue una etapa muy fuerte para mí, porque tenía que viajar de San Juan a la Villa y de verdad que eso era para hombre como decía mi mamá. Mis entrenadores, Miguel Camacho fue mi entrenador por muchos años, Osvaldo García, Tony Mesa, Dalton Pérez, Edgar Andújar tuvieron que ver con mi formación tanto de atleta como académicamente, siempre me impulsaban a estudiar, me decían que la vida del atleta pasa rápido y que debemos prepararnos. El consejo de los entrenadores, más el de mi mamá y mi papá, me gradué de Marketing en la Universidad del Caribe y también de Educación en la UASD”.

7. Medalla de plata

En los Juegos Panamericanos Santo Domingo 2013 obtuve medalla de plata, recuerdo que ahí era una héroe, la prensa estaba encima de mí, wao y eso era algo increíble. Mi mamá siempre me acompañaba en las competencias, aunque se quedaba afuera, no quería verme pelear, pero se mantenía preguntando cómo iba el combate, entonces cuando terminaba la competencia entraba y me abrazaba. Después de esos juegos fui a muchísimas competencias internacionales, donde logré varias medallas en campeonatos panamericanos de taekwondo. Mi primer campeonato del mundo en Corea en 2001, nada más fuimos cuatro personas, tres varones y yo hembra, nunca una mujer había participado en ese deporte en Corea, tuve el honor de ser la primera. Gané 2 combates y perdí uno, quedé en los primeros 30 del mundo y en los primeros 10 en la ronda de los 16. Fue una experiencia maravillosa, tenía mucho talento, pero bajaba mucho de peso, sufría mucho por esa situación”.

8. Trago amargo

Tuve una gama de competencias de alto nivel en campeonatos panamericanos del mundo, pero no tuve la oportunidad de ir a unos Juegos Olímpicos en Miami porque tuve problemas de peso. El taekwondo es una categoría de peso, yo era muy fuerte y no tenía casi de donde bajar, sufría mucho, me fue muy mal en el preolímpico que realizaron en Miami, me quedé con el deseo de ir a unos juegos olímpicos como atleta, ese es el único sabor amargo que me queda. Como tenía problemas de peso fui en otra categoría que no era la mía y lamentablemente perdí. Pero de verdad que me quedé con el deseo como atleta olímpica, lo que pasa es que en los deportes, principalmente en taekwondo es un deporte que es por peso por categoría”.

Dinanyiris Furcal y su esposo Pablo Jacobo

9. Esposo e hijos

Mi esposo Pablo Jacobo y yo nos conocimos en la Villa Olímpica, él también es atleta de alto rendimiento de Balonmano y ahora es el entrenador de la selección de Balonmano, fue muy bonito el noviazgo, ha sido mi novio y mi esposo desde 1999. Ha sido una trayectoria de vida de altas y bajas, de amor y respeto. Él siempre hacía el esfuerzo de estar en mis competencias, al igual que yo en las suyas, nos hemos apoyado mutuamente. El noviazgo y el matrimonio han sido bastante saludables. Gracias a Dios tenemos 3 hijos, son unos niños deportistas. Cuando nació nuestro primer hijo Stewart, me tuve que retirar para cuidarlo, gracias a Dios la Federación siempre me apoyó en esa transición de atleta a madre. Cuando él cumplió 10 meses volví a los entrenamientos, se lo dejé a mis padres en San Juan, pero Pablo y yo siempre íbamos a verlo. Luego, que el niño estaba grande lo trajimos a Santo Domingo, nos mudamos cerca de la Villa, seguimos los entrenamientos, Pablo se iba a su balonmano y yo a mi taekwondo. Stewart es el mayor, tiene 19 años”.

10. Parto de mellizos

En 2010 fui a los Juegos Centroamericanos de Mayagüez, competí sin saber que estaba embarazada. Cuando regresé al país me fui a San Juan, cuando llegué mi mamá ella me dijo que no me veía bien, y aunque le decía que todo estaba bien, después me hicieron una prueba de embarazo y dio positivo. Estaba embarazada de mellizos y a punto de perderlos. El proceso de los mellos fue tedioso, nacieron prematuros, de apenas 6 meses, pesaban una libra y no garantizaban sus vidas. Pero Papá Dios hizo un milagro y me dejó mis hijos Génesis y Starlin, ahí los tengo. Al varón le gusta el balonmano y el baloncesto, y a la hembra le gusta el taekwondo y arco y flecha. Es campeona panamericana en la categoría cadetes de taekwondo y también ha logrado varias medallas nacionales e internacionales. En Mayagüez fue mi última competencia internacional, logré una medalla embarazada de los mellos y de ahí me dediqué a ellos, Pablo me ayudó mucho y mi familia siempre estuvo con ellos.

Momentos en el Dinanyiris abraza a su hija Genésis luego de ganar el campeonato

Experiencia que jamás olvidará

“Nunca voy a olvidar cuando mi hija se hizo campeona panamericana cadete junior, estuve en la silla con ella. En ese momento yo era la transición de madre a entrenadora, tenía todos esos pensamientos en la cabeza, me decía pero dios mío qué hago en este momento. Lo bueno es siempre tener a personas ahí como Emmanuel entrenador y Jesús Silverio el masajista.

Ellos me decían recuerda que ella no es tu hija, es tu atleta, piensa que es lo que se va a hacer, no la trates como hija, porque si la tratas así la vamos a tener que sacarla del ring. Entonces tenía que hacer esa transición de madre a entrenadora y de verdad que eso no se me va a olvidar jamás. Han sido momentos muy bonitos, estoy muy agradecida de lo que ha hecho el taekwondo y el deporte en mí y en mi familia”.

Dinanyiris y Pablo Jacobo junto a su hija Génesis, medallista cadete

Pasión

Mi amor al taekwondo nació un día en que acompañé a mi mamá a una caminata de adultos en la que ella siempre participaba en un complejo deportivo”.

Sacrificio

En el liceo fue una experiencia bastante bonita y al mismo tiempo caótico porque al ligar el deporte con la escuela, entonces cuando llegaban los lunes tenía tareas atrasadas”.

Triunfo

Mi primera competencia fue en los Juegos Provinciales de San Juan en 1996, aunque estaba asustada, peleé con la que estaba más dura y le gané en el combate.”

Matrimonio

Conocí a mi esposo Pablo Jacobo en la Villa Olímpica, él también es atleta de alto rendimiento de Balonmano y ahora entrenador de la selección de Balonmano”.

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