E l voleibol de playa no ha pasado desapercibido en la República Dominicana. Acorde a una realidad de mucho crecimiento en el ámbito internacional, esta disciplina tiene sus exponentes en el país.En el voleibol de playa se da una coincidencia generalizada y es que, normalmente, todo atleta que viene de esta disciplina ha tenido sus inicios en el voleibol de salón.
Quizás pueda interpretarse que el voleibol de playa acoge a todos aquellos
atletas que no logran llenar las expectativas en el denominado voleibol de salón o voli seis. Pero hay quienes defienden esta tesis y se van más allá.
“Este es un deporte que tiene mucho futuro”, asegura Yewddys Pérez, un jugador veterano que a sus 28 años ha representado a la República Dominicana en múltiples torneos, conjuntamente con Germán Recio, con quien ha desarrollado una química dentro y fuera de la cancha en los cinco años que tienen juntos.
Yewddys, quien tiene siete años en el voleibol de playa, dio el salto desde el voleibol de salón en el 2002, y desde entonces ha cosechado múltiples éxitos; en tanto que Germán fue reclutado por el entrenador cubano Mamerto Ventura en un torneo infantil celebrado en La Romana en el 2004.
“Este deporte es exigente, hay que prepararse muy bien porque hay que luchar contra la arena, el sol, el clima, la lluvia y el rival que tengas de frente”, comentó Germán, de 24 años de edad y nativo de Baoruco.
En la actualidad, Pérez y Recio pasean su talento por las diferentes paradas del tour que lleva a cabo la Norceca, en el que conquistaron la presea de bronce en el 2010, además de darle brillo a la República Dominicana en Juegos Centroamericanos y Panamericanos.
“Mi aspiración es siempre poner la bandera en alto. Este deporte a nivel mundial es una potencia y se hacen muchos mundialmente”, señaló Pérez, oriundo de Tamayo, quien agregó: “Disfruto la emoción de las jugadas, el público y que todo depende de dos personas”.
El más reciente éxito de la dupla dominicana fue la medalla de bronce obtenida en los I Juegos Bolivarianos de Playa que se llevaron a cabo del 1 al 11 noviembre en Lima, Perú.
Aparte de la superficie de juego, y de que se practique al aire libre, la otra variación más visible con el voleibol es el número de componentes del equipo. El reglamento que se aplica en competiciones oficiales establece equipos de dos jugadores sin opción a ningún cambio, pero su gran popularidad hace que el voley de playa se juegue de manera informal en cualquier parte.
Nairobi y Diana, en femenino
Antes de abrirse paso en la arena, Nairobi Agramonte y Diana Peguero hicieron base en el voleibol de salón. A pesar de ser una dupla que apenas tiene ocho meses en esta disciplina, ellas mantienen la creencia de que el futuro les favorece. “Pensamos que tenemos futuro en esto, principalmente cuando se juega con el corazón”, indicó Nairobi, quien tiene 18 años de edad y se dispone a estudiar la carrera de contabilidad. Su interés por la práctica deportiva nació en momentos en que acompañaba a una hermana a una escuela del sector Pantoja. Mientras la esperaba, contemplaba los encuentros, hasta que decidió incorporarse.
Diana estuvo tres años en el voleibol de salón y al final del pasado año hizo la transición atendiendo una sugerencia que le hiciera el entrenador Carlos Moreno ante el retiro de las mellizas Gina y Ginnette del Rosario, dos veteranas que optaron por decir adiós tras destacarse en el voleibol playero.
“Antes, no dominábamos los fundamentos, pero realmente este deporte requiere de una gran preparación”, afirmó Diana Peguero, quien tiene 18 años de edad y es estudiante de contabilidad en la Universidad del Caribe (Unicaribe).
Al igual que el dueto integrado por Diana y Nairobi, también hacen carrera deportiva en el voleibol de playa Karla Montilla y Deborah Constanza, dos jóvenes que, según afirman los entendidos, tienen un gran futuro en esta disciplina. Tras el auge que ha obtenido este deporte en el país, la Confederación Dominicana de Voleibol (Codovoli) habilitó canchas de arena en el Centro Olímpico.
Un espectáculo divertido y muy competitivo
Realmente no existe una fecha específica de cuándo surgió el voleibol de playa en el ámbito mundial, pero se cree que las primeras referencias provienen de Uruguay, en 1914, así como en Hawai un año después. Es a principios de los años 70 que este deporte surge con gran fuerza, de forma tal que las primeras competiciones tuvieron lugar en las playas de Santa Mónica, California (Estados Unidos), mientras que en Europa la disciplina arribó en los 80. El sol, la música DJ y el traje de baño adornan a este deporte, denominado como espectáculo deportivo, y que con los años ha logrado un gran éxito en el ámbito internacional.
Aparte de la superficie de juego, y de que se practique al aire libre, la otra variación más visible con el voleibol es el número de componentes del equipo. El reglamento que se aplica en competiciones oficiales establece equipos de dos jugadores, sin opción a ningún cambio, pero su gran popularidad hace que el voley de playa se juegue de manera informal en cualquier parte.