En Ezequiel 37 Dios pregunta al profeta ¿qué ves?, y responde: “un valle de huesos secos en gran manera”, entonces el Eterno ordena: “habla a los huesos para que vivan”. Con antelación milenaria transformaba cada marca dolorosa de crueles holocaustos en poder.
La dimensión de su palabra no es humanamente comprensible, su infinita carga de colosal sabiduría y bendición no pueden adherirse aunque se mojen de continuo entre los labios de sus pueblos.
Hoy, a quienes intentaron exterminar de la faz de la tierra, ha levantado y hace que resplandezcan como el Silicon Valley de Medio Oriente, valle donde florecen la ciencia, tecnología e innovación. Israel es luz de las naciones. Sus profetas han puesto de rodillas la historia y su verdad postrará a sus adversarios. ¡Sus dichos son hechos!l