En un concierto que lleva más de 3 años en armarse, el Chachachá y el Bolero son los ritmos que enamoran y motivan a Vicente a investigar más a fondo la música dominicana para tomar como influencia esos sonidos y arreglos.
Tus inicios…
Comencé a escuchar la música de Juan Lockward y Rafael Solano, para inspiración. Luego inicié estudiando su música, sacando melodía en la guitarra, y al final no solo me dieron ganas de hacer un disco influenciado por ellos sino que quise hacer un concierto a nombre de ellos. Para poder llevar esas canciones a un concierto, necesitaba armar una banda más grande y esa banda se llama Tropical Filarmónica.
¿Qué sonido fue el que más te llamo la atención para poder llevarte a realizar un concierto completamente caribeño?
En su mayoría el Bolero y el Chachachá. Aunque yo lo llevaba en canciones como Yo Robo y Agualluvia, que son de mi primer disco, ahora ya juego más con el lenguaje y los modismos dominicanos. Trato de adentrarme más en el Chachachá que realmente se tocaba en aquel tiempo, no como yo lo sinteticé. También experimento con el Son y el Merengue. Esos fueron los géneros que fui oyendo y me fueron gustando. A raíz de esto, escogí los que más me gustaban y entonces hice una selección de varios temas.
¿Cuál es la diferencia del Vicente que conocíamos hace dos años y el de ahora (tanto personal como profesionalmente).
He aprendido mucho en estos años, a base de cosas tanto buenas como malas. He aprendido a cómo llevar mi carrera, mi música… Antes las disqueras me dictan cuáles canciones grabar, yo simplemente hacía lo que tenía que hacer, cumplía con llegar a los lugares a la hora que era; y ya era todo. Sin embargo, ahora he aprendido a auto gestionar un millón de cosas que antes la daba por sentado; eso es muy difícil, se te vuelve la cabeza loca. Pero al final te da la libertad de escoger las canciones que tú quieras, de tocar lo que deseas; y cuando estás tocando, el mismo esfuerzo que tu cogiste para armar todo, te ayuda a sentirte bien y satisfecho.
¿Con quiénes contarás en escena?
Me acompañarán los de siempre: Jv, Eduardo y David, que son los “incanviables”, los que se saben mi música como si fuera yo. A esto le agregué una sesión de Vientos que incluye: Saxo, Trombón y Trompeta. También como invitado especial traigo a Cundengo. Que es un Lutier, tocador de tres y cuatro de Villa Mella, creador del ritmo del Maní y parte de la Cofradía del Espíritu Santo que es patrimonio de la humanidad. Con él tengo ya un tiempo conociéndolo, charlando, inclusive he tocado conciertos a beneficio de su fábrica de instrumento y he tenido todo este tiempo cercano a su música, entonces para este concierto he querido invitarlo ya en la parte que el más merengue de guitarra, que es un merengue previo al merengue de orquesta.
“Este merengue surge cuando Trujillo, antes de eso se tocaba el merengue con guitarra, con tre y con cuatro; y esto es lo que llevará Cundengo a mi concierto”.
¿De dónde viene esa preparación musical?
La preparación de este concierto comenzó hace más de 3 años, recorriendo la isla desde Santiago, San Cristóbal, Samaná, Baní, San Pedro, entre otros; a investigar, a ver la fiesta de los Palos, la fiesta de los hermanos Guillén (fiesta que convoca diversas manifestaciones de todo el país). Además he tomado talleres de etnomusicología antillana, ahí he aprendido mucho, cosas que me llevo de ahí que lo puedo plasma en el concierto.
Tengo tres semanas transcribiendo letras, aprendiéndome todos los detalles; pero la verdad es que llevo como 3 ó 4 años trabajando en esto.
