Tres homenajes al silencio

P orque muchas veces es mejor callar, cerrar los ojos y dejar pasar palabras, actitudes, el tiempo…Porque muchas veces lo que llevamos dentro, es solo de nuestra incumbencia y por lo tanto, es mejor dejarlo allí: dentro de nosotros. En ese…

P orque muchas veces es mejor callar, cerrar los ojos y dejar pasar palabras, actitudes, el tiempo…Porque muchas veces lo que llevamos dentro, es solo de nuestra incumbencia y por lo tanto, es mejor dejarlo allí: dentro de nosotros. En ese caso, no existe mejor medida que sellar los labios y remitirse a estas tres versiones de poemas al silencio…

PABLO NERUDA:
“Yo que crecí dentro de un árbol tendría mucho que decir, pero aprendí tanto silencio que tengo mucho que callar y eso se conoce creciendo sin otro goce que crecer, sin más pasión que la substancia, sin más acción que la inocencia, y por dentro el tiempo dorado hasta que la altura lo llama para convertirlo en naranja”.

OCTAVIO PAZ:
“Así como del fondo de la música brota una nota que mientras vibra crece y se adelgaza hasta que en otra música enmudece, brota del fondo del silencio otro silencio, aguda torre, espada, y sube y crece y nos suspende y mientras sube caen recuerdos, esperanzas, las pequeñas mentiras y las grandes, y queremos gritar y en la garganta se desvanece el grito: desembocamos al silencio en donde los silencios enmudecen”.

ANÓNIMO:
“En el silencio de tu alma se esconden los más bellos secretos de tu corazón.
El silencio no es la ausencia de sonidos, es un estado tranquilo en el que puedes oír lo que se mueve en tu interior con mayor claridad.
En silencio se descubren maravillosas conversaciones que la palabra sería incapaz de pronunciar.
En el trabajo callado y tranquilo los dones de las personas se hacen visibles.
La palabra, cuando es clara y sincera, nos acerca a los demás, nos ayuda a darnos a conocer, nos muestra lo que los demás piensan y viven… el silencio es el mayor grado de comunicación que podemos conseguir con un ser humano.
Ábreme el cofre sagrado de tu silencio, comparte conmigo desde lo que eres, desde lo que vives, desde lo que lloras y desde donde te alegras…sin palabras. Entraré de puntillas, sin hacer ruido, para no romper la hermosura que me ofreces a través de tu silencio… El silencio es el mayor grado de comunicación”.l

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