Hoy, miércoles, concluye la temporada ciclónica, que si bien fue muy activa por el número de eventos que amenazaron al país, tuvo un saldo mínimo de afectaciones: cuatro muertes y 52,371 desplazados.Sin embargo, los daños pudieron ser mayores, a juzgar por la gran cantidad de lluvias registradas, sobre todo en las provincias San Cristóbal, Barahona, Azua, La Altagracia, Santo Domingo y el Distrito Nacional.
En esas cinco demarcaciones en el mes de agosto se registraron volúmenes de lluvias superiores a los 450 milímetros (diez pulgadas), una altura capaz de provocar riadas y derrumbes de funestas consecuencias en zonas de alto riesgo.
Para el general Juan Manuel Méndez, director del Centro de Operaciones de Emergencias (COE), los operativos preventivos fueron la clave para que el período de los huracanes pasara con un inventario mínimo de pérdidas de vidas humanas y daños materiales, principalmente en cultivos agrícolas.
“La prevención fue nuestra principal inversión, aunque la misma no puede cuantificarse en cifras o en términos económicos, dada la característica de que cada institución adscrita al COE debe de aportar su propia logística y recursos para el desplazamiento de personal y equipos”, enfatiza.
Y pone de ejemplos a instituciones como el Plan Social de la Presidencia y los Comedores Económicos, quienes aportaron alimentos -crudos o cocinados- a las personas o familias que debido a las inundaciones son evacuadas y trasladadas a albergues o casas de familiares y amigos; o los ministerios de Salud Pública y de las Fuerzas Armadas, que asisten a los afectados con medicamentos, atenciones médicas o en el traslado de tropas y equipos para socorrer a residentes en zonas de alto riesgo o en inminente peligro de desastres.
“Esa presencia efectiva en todo el país, sobre todo de la Defensa Civil, se tradujo en una reducción significativa de daños; y esa es la esencia y el objetivo primordial del COE, prevenir y tratar de reducir al mínimo los efectos de los eventos naturales”, señala.
De toda la temporada ciclónica, Méndez resalta que el mes de agosto fue el más activo por la gran cantidad de lluvias que se registraron durante el paso de la tormenta Emily y los “aletazos” dejados por el huracán Irene, porque ambos eventos obligaron al COE a la evacuación de 32,416 personas, poco más del 72 por ciento de la cifra total de desplazados a nivel nacional.