Taiwán: Cultura y diversión

Uno de los campos de interés de las autoridades taiwanesas para el sostén económico de esa nación, lo constituye el turismo.

Uno de los campos de interés de las autoridades taiwanesas para el sostén económico de esa nación, lo constituye el turismo.Atraer a nacionales y extranjeros y darles a conocer las bellezas naturales y las majestuosas obras arquitectónicas en que resguardan sus riquezas culturales, es un empeño que se pone de manifiesto en el celo con que cuidan sus museos y los lugares consagrados al ecoturismo.

Cuando se inicia un recorrido por la milenaria ciudad de Taipéi, en busca de conocer su historia desde los orígenes, el lugar obligado es el Museo del Palacio Nacional. Este monumental edificio alberga una colección permanente de más de 696,112 piezas de objetos y artesanías antiguas chinas, consideradas una de las más grandes del mundo. En su mayoría estas piezas, en su momento, formaron parte de las posesiones de distintos emperadores chinos. El Museo Nacional del Palacio es visitado por más 23 mil personas cada día.

Pero no solo la cultura es el mayor atractivo de la isla, el Geopark, donde el arquitecto por excelencia es la madre naturaleza, representa un paisaje sin igual, no en vano es uno de los lugares más visitados. Y es que la belleza que exhibe parece el fino y detallado trabajo del más reputado escultor, preciso, exacto y sin errores.

Sin embrago, sus figuras son el resultado de las peores manifestaciones de la naturaleza. En esta zona las rocas han adaptado diferentes formas, a las cuales se les ha dado nombres acorde a las figuras que asemejan, son tan diversas como curiosas: Las Rocas Hongo, Los Nidos de Abeja, Las Rocas-vela, El Jengibre, entre otras, siendo la más popular la “Cabeza de la Reina”.l

Enorme, impecable y uno de los iconos de la cultura de Taiwán, el Salón Conmemorativo Nacional de Chiang Kai-shek, un monumento famoso erigido en memoria de Chiang Kai-shek, expresidente de la República de China.
La impresionante arquitectura, la impecable limpieza, a pesar de la enorme cantidad de personas que durante horas recorren sus anchos y extensos pasillos, son las señas particulares de esta monumental obra.

Este museo, ubicado en Taipéi, cuenta la historia de Chiang Kai-shek desde la unión de sus abuelos, sus padres y más adelante su nacimiento, hasta concluir con su muerte y aquellos que le sucedieron.

Un lugar venerado

Desde su primera sala, el visitante va conociendo los detalles de la vida de la familia de Chiang, aun los más pequeños.

Franqueado por el Teatro y el Salón de Concierto Nacional, la infraestructura es de techo octagonal con cuatro lados, coronado con azulejos de color azul.
La edificación es de color blanco y azul y en su primer nivel sobresale una estatua de bronce de Chiang, sentado en su escritorio.

La escena representa su despacho presidencial, con parte de los muebles que utilizaba en el despacho real, mientras detentó el poder en Taiwán; completan el mobiliario, algunas sillas y sofás de su casa y de la casa de sus padres y abuelos.

Esta parte del recorrido es la que mayor atención genera, pues al llegar al salón, la imagen de Chiang, sentado, vistiendo el traje que solía utilizar en vida, con una amplia sonrisa y como invitando pasar al visitante, resulta impactante, al grado de que es en este punto donde los guías deben ordenar que las personas agilicen el paso. Este es el lugar donde comienza a contarse la historia.
Al salir de esta sala, se llega donde reposan las pertenencias, ropa y fotografías de los abuelos de Chiang.

Es ahí donde comienza la historia de sus padres y posteriormente se detallan los pormenores de su nacimiento.

A continuación, un pequeño espacio es dedicado a contar la época de sus años de infancia, su adolescencia, su ingreso a las filas militares y su ascenso al poder, así como su salida hacia Taiwán, tras la derrota de los nacionalistas frente a los comunistas en 1949.

También en el primer piso se encuentra una librería con libros y documentos que narran la evolución y el desarrollo del país, desde su independencia.

Para ascender al segundo nivel del museo, el visitante tiene a su disposición dos juegos de escaleras de 89 peldaños cada una, (el número de escalones representa la edad que tenía el líder a la hora de su muerte) para llegar justo donde se encuentra una monumental estatua de Chiang Kai-shek, custodiada en todo momento por una guardia presidencial, que cambia cada hora. Asistir al cambio de guardia es una de las experiencias que ningún turista quiere perderse.

Reliquias
En el recorrido por el primer nivel se puede apreciar un vehículo blindado, color negro, que fue un regalo de un país amigo, al presidente Chiang y que es uno de los objetos más fotografiados por los visitantes.

En este monumento son conservados con sumo cuidado, documentos, muebles, ropa, comunicaciones, fotos y toda clase de objetos relacionados con la vida personal y política de Chiang Kai-shek.

Gobernó Taiwán desde 1949 hasta 1975

Chiang Kai-shek o Jiang Jieshi, nació el 31 de octubre de 1887, y murió el día 5 de abril de 1975, fue un militar y estadista chino. Sucedió a Sun Yat-sen como líder del Partido Nacionalista Chino Kuomintang y fue el líder máximo, bajo diversos cargos, de la República de China fundada en Nankín en 1927. Tras la derrota de los nacionalistas frente a los comunistas en 1949, se refugió con su gobierno en la isla de Taiwán.

Chiang Kai-shek gobernó Taiwán de forma autoritaria desde 1949 hasta su muerte en 1975, cuando fue sucedido por su hijo Chiang Ching-kuo.

Durante su etapa en Taiwán nunca se resignó a que el exilio fuera definitivo.
Mantuvo la esperanza de que el comunismo acabaría cayendo y que la República de China, bajo su liderazgo, reconquistaría la China Continental.

Objetivo
Dar a conocer sus bellezas naturales y las obras arquitectónicas en que resguardan sus riquezas culturales”.

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