Rubén Jiménez Bichara, vicepresidente ejecutivo de la CDEEE, reveló que el país gasta 3,200 dólares por minuto en subsidio de electricidad. Esto ha supuesto el pago de 4 mil 700 millones de dólares en menos de tres años. Así lo dijo durante una conferencia de prensa celebrada ayer en el salón Orlando Martínez del Palacio Nacional. Precisó que “se estima que la inversión que habría que hacer en rehabilitación de redes es de 800 millones de dólares. De lo que se cobra, el 78% se le paga a los generadores”.
Confía en el Pacto Eléctrico
Bichara definió el Pacto Eléctrico como “una herramienta que permitiría al Gobierno blindar las acciones de largo plazo, que harán posible una solución definitiva a la crisis del sistema eléctrico nacional”.
Indicó que “la crisis de 120 años que arrastramos en el sector, solo se soluciona si todos formamos parte”.
Más de 100 organizaciones y más de 50 técnicos participarán del Pacto.
“Se trabaja en un documento base para las jornadas de discusiones. Se está desarrollando un plan integral que incluye la parte de generación, lo relacionado al cambio de matriz, el control de las pérdidas, una mejora de la gestión administrativa y la parte regulatoria”.
Agregó que “hay un desfase entre costo de generación y cómo sirves esa energía. La forma de hacerlo sostenible es bajando los costos de producción. Hay que buscar una base de generación económica que permita la reducción de pérdidas”.
En este sentido, dijo que el cambio de matriz y la ampliación de generación ahorraría un 50 por ciento de lo que se invierte hoy, con plantas a carbón. “A la población hay que darle energía suficiente y a buen precio, y para ello el proyecto fundamental es la Central Termoeléctrica Punta Catalina”. Dijo que Punta Catalina es un proyecto de calidad mundial.
“Por tres o cuatro décadas, va a producir energía de calidad, a buen precio. Siendo lo más pesimista posible, estaríamos hablando de un ahorro de 500 millones de dólares al año”.
También precisó que las plantas tienen una capacidad de 360 megavatios y el costo de las dos estaría rondando los US$2,000 millones.
Agregó que “su retorno estaría viéndose en menos de cuatro años. El reto consiste en lograr que el proyecto salga al precio que sea pactado”.
Aseguró que la central termoeléctrica ha sido inscrita como proyecto de Mecanismo de Desarrollo Limpio del protocolo de Kioto, por lo que “hemos tomado medidas para que no sea perjudicial más allá de lo permitido.
Podría ser el inicio de la solución del problema
Según Bichara, “Punta Catalina puede ser el inicio de la solución real del problema. La electricidad no es un precio único, es una fórmula”. Anunció que se licitará la operación y el mantenimiento de la planta a una empresa experimentada, pero que el control seguirá siendo del Estado. El proyecto generaría 7,500 empleos. Adelantó que las turbinas y las generadoras comenzarán a llegar en octubre de 2015 y las calderas a finales de 2016.