No todo el mundo tiene la electricidad de levantarse con las pilas puestas cuando escucha “Danza Kuduro” y el “uno, dos, tres, otra vez” en el área de la piscina del hotel donde se hospedó, mucho menos comer en un lugar donde el ruido no permite disfrutar los alimentos.
Por suerte, hay una frase muy realista que reza que “para el gusto se hicieron los colores”. También en turismo se aplica este refrán, para que aquellos que no gusten de los hoteles repletos de huéspedes y de energía, puedan disfrutar de la serenidad, la privacidad, y por qué no, del lujo, existen otras opciones.
Para estas personas es que Viva Resorts diseñó el Sublime Samaná Hotel & Residences, un pequeño paraíso con el que te tropiezas en la hermosa playa de Cosón. Nada de tumultos o estrés para registrarte, aquí desde que pones un pie fuera del carro, ya sientes paz y comienzas a sentir el descanso en tus hombros. Es fácil encontrarlo, porque se han encargado de distribuir sus señalizaciones de forma tal que llegues directo.
Cuando entres te encontrarás con sólo con 20 suites y villas exclusivas, diseñadas para que al irte te pongas a dar gritos, literalmente. De acuerdo a la necesidad de capacidad de los huéspedes, las pueden reservar de una a dos habitaciones, o las casitas de tres habitaciones que se ofrecen con o sin terraza. Dentro de cada una el lujo es el elemento sobresaliente, además de que están totalmente equipadas con electrodomésticos, utensilios de cocina y modernos equipos electrónicos para tu entretenimiento.
Es decir, puedes llevar esa película que aún no has podido ver por el tiempo y disfrutarla sin interrupciones, porque disponen de DVD. También, si quieren pasar un momento agradable entre amigos o familia mientras escuchan buena música, no te preocupes por emisoras, conecta tu iPhone en el reproductor y listo.
No tendrás que caminar mucho para bañarte en la piscina, ya que ella recorre todo el jardín, con camas sobre ella para que también disfrutes del sol o alguna lectura mientras tienes tus pies en el agua. Al final, te encuentras con la playa de Cosón, que espera por ti como si se tratara de una cita. Allí, también tienes la opción de aprovechar alguno de los múltiples tratamientos naturales que ofrece el Sublime Spa. Rústico y natural, construido con palma, cañas y paja, usa la arena como piso, el mar como panorama y la suave brisa como anestésico.
Además, ofrece a sus huéspedes gimnasio, servicio al cuarto, conserje, personal multilingüe, servicio de transporte premium, coordinador de eventos y bodas, servicio de lavandería, y atención personalizada que permite complacer los gustos de cada uno de los visitantes.
Saborea lo sublime
Este hotel boutique, que además es miembro de Small Luxury Hotels of the World, cuenta en sus restaurantes con las manos y creatividad del chef Cristian Báez, ganador de Taste Santo Domingo 2012. Su misión es no dejarte salir sin que tu paladar reciba una explosión de sabor, al darle un giro criollo a la cocina mediterránea, ¿te parece posible?
Tienes tres opciones para disfrutar de una deliciosa comida. En la primera, sube el telón y vemos que quieres una cena informal, al aire libre y junto a la playa, así que disfrútala en el Beachside Grill. Vamos a la segunda escena, donde prefieres la elegancia y formalidad, para eso está el Bistro, que también cuenta con una terraza, un ambiente más ligero pero igual de elegante y que conecta con el Lounge Bistro, donde puedes disfrutar de un cóctel o una copa de vino. Finalmente está el tercer cuadro, en el que te seduce la privacidad y comodidad del entorno donde estás alojado, no hay problema, el chef llega hasta tu suite o villa para cocinar lo que pidas.
¿Con qué te puedes encontrar? La oferta es amplia, ya que cada semana el menú cambia y da prioridad a los mariscos y pescados capturados diariamente en Las Terrenas o junto al hotel. Así que podrás comer desde un ceviche o un wrap de langosta, hasta un pargo en salsa de coco.