La Sociedad Dominicana de Bibliófilos surge en el año 1973, por iniciativa de un grupo de personas que entendían que era necesario recoger muchas publicaciones realizadas, incluso en el exterior, porque conocían de que habían sido editadas en algún momento, pero que habían desaparecido, después quedaba algún volumen en la biblioteca particular de alguien que le gustara la literatura, entonces, esas personas, se propusieron rescatar esas obras. Para hacer esto se constituyó una sociedad, una entidad integrada por socios, no solamente la directiva, sino socios”, así explica Dennis Simó, presidente de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos; los orígenes de la entidad.
En torno a la condición de socios, Simó explica que esto se debe a que el libro tiene la función de difundirse, de ser leído, entonces, mientras hayan más socios comprometidos a comprar por lo menos un volumen de cada obra, la entidad cumple con su misión de difusión del libro y a la vez, eso permite que retorne dinero para hacer otros libros.
Esa fue la política inicial, con la ayuda de otras instituciones empresariales. En algunos casos, con aportes directos de los socios y algunos directivos.
Cuando la sociedad llegó a unos dos mil o 2,500 socios, en los años 70, cada socio recibía, cuando se publicaba un libro, un ejemplar con su respectiva factura. Entonces se podían imprimir hasta dos mil o 2,500 unidades.
La primera colección que editaron los bibliófilos se denominó “Colección Cultura”. Esa colección fue encuadernada con sumo cuidado y esmero. Contaba con una encuadernación de lujo.
En ese entonces los costos permitían elaborar trabajos con materiales de mayor calidad.
La Sociedad recibe una pequeña subvención estatal de 120 mil pesos, vía el Ministerio de Cultura, pero también, en los últimos 18 meses, reciben aportes de algunas empresas, como la Universal de Seguros, Marítima Dominicana, la señora Mayra Ortiz de Benito, Implementos y Maquinarias (IMCA) y la Asociación Popular de Ahorros y Préstamos. Esos recursos representan un gran aporte para la edición de las obras. Las obras editadas abarcan diversos temas, historia, poesía y folclor.
“Adicionalmente hemos realizado publicaciones con el apoyo del Banco de Reservas y del Ministerio de Energía y Minas”, dice su presidente.
El inmueble que ocupa la Sociedad Dominicana de Bibliófilos es una antigua casa de piedra construida en los albores del siglo XVI, ubicada en la calle Las Damas, la primera calle trazada en la ciudad primada de América.
La identificación de esta casa viene dada en el censo del vecindario de Santo Domingo que se realizó en 1528.
La Sociedad Dominicana de Bibliófilos cuenta con la biblioteca Enrique Apolinar Henríquez, la cual comenzó a funcionar en 1978. La biblioteca está especializada en temas dominicanos y del Caribe y posee una colección de más de 15,000 volúmenes de libros, revistas y folletos. Lleva su nombre en honor al señor Enrique Apolinar Henríquez de Castro, fundador y primer presidente de la Sociedad.
En la actualidad, se está trabajando en la actualización y automatización del catálogo de la biblioteca para que esté disponible en el sitio web de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos.
La biblioteca está abierta al público general y tiene servicio preferencial para los socios.
El presidente de la sociedad explica que en la actualidad están tratando de ubicar a los socios, actualizar el listado, ya que algunos han fallecido, otros han perdido el contacto, y han cambiado los teléfonos y las direcciones.
Luego de un proceso de llamadas telefónicas utilizando el listado vigente, se lograron identificar unos 800 socios.
Esto no quiere decir que esa sea la totalidad, por esta razón continúan tratando de ubicarlos, obtener sus teléfonos, dirección de correo electrónico, de sus lugares de trabajo o sus residencias, a los fines de mantenerlos al tanto del desarrollo de las actividades que se realizan en la institución.
“Estamos en el proceso de recuperar los socios y de restaurar la biblioteca, así como también reiniciar las actividades que realizábamos aquí, antes de que se iniciaran los trabajos de remozamiento de la zona”, afirma Simó. Esta casa de por sí representa un atractivo histórico, es una construcción del año 1528.
Actividades
Las actividades que desarrolla la entidad, se han visto un tanto afectadas por los trabajos de remodelación que se están realizando en la Ciudad Colonial, así como por la falta de parqueos en la zona.
En el salón de eventos se realizan puestas en circulación de libros, tertulias, charlas y conferencias.
Funge como sala de sesiones del Consejo Directivo. Algunas actividades son realizadas en otras instalaciones, por lo difícil que se hace a las personas poder acceder a la Ciudad Colonial.
Por esta situación, esperan que los trabajos en la zona concluyan lo antes posible. La biblioteca es visitada por intelectuales y por estudiantes de todos los niveles.
Es una de las más ricas en temas sobre el Caribe. También está especializada en temas dominicanos y haitianos.
Objetivos y ventajas de ser socio
La Sociedad Dominicana de Bibliófilos es una institución cultural privada, sin fines de lucro, creada con el objetivo de promover la preservación y divulgación de la cultura dominicana a través de sus libros.
De manera particular los objetivos de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos son: Fomentar la cultura en todos sus aspectos,contribuir a promover la difusión de las obras y producciones del ingenio humano, mediante la distribución de libros, folletos, revistas, artículos, ensayos y publicaciones en general.
Los socios disfrutan de descuentos en todos los libros, los cuales reciben sin costo adicional, a su lugar de trabajo o a su domicilio.
Les son obsequiadas las entradas de las conferencias que se realizan periódicamente, invitación a las puestas en circulación de libros y otras actividades culturales.
Para hacerse socio de la Sociedad Dominicana de Bibliófilos, el interesado debe pagar una cuota anual de 1,500 pesos y completar un formulario de membresía. La directiva es elegida cada dos años, pero puede repetirse.
Colección Cultura Dominicana
Es la clásica colección de libros editada por la Sociedad Dominicana de Bibliófilos una de cuyas características es que los autores hayan fallecido. El primer número, titulado “La República Dominicana. Directorio y Guía General” por Enrique Deschamps (1907), edición facsimilar, fue publicado en el año 1974, al año siguiente de la fundación de la Sociedad, y el último, “La República Dominicana” (1906), de José Ramón López, fue editado en forma facsimilar en 1996. Esta colección comprende 85 títulos que constituyen, en su conjunto, una valiosa muestra de las más preciadas obras de la historiografía histórica y cultural dominicana cuyo pasado se remonta a más de quinientos años.
Propósito
Nuestro objetivo es fomentar la cultura en todos sus aspectos y promover la difusión de las obras y producciones del ingenio humano”.