Bonao. El toque del silencio y el estruendo de 21 balas de salva a cargo del Ejército Nacional, anunciaron la despedida terrenal al último de la raza inmortal Mayobanex Vargas.En el cementerio Municipal Caracol, una familia exhibía como mayor legado el hecho de que nunca pidió nada al país para beneficio propio y un pueblo que se tiró a la calle para despedir al último expedicionario dominicano que formó parte de los 198 hombres que derrocaron la tiranía de Trujillo, matizó la despedida que le hicieron familiares, allegados y autoridades, la cual fue bendecida por un torrencial aguacero.
Su hermano Marcelino Vargas, al pronunciar el panegírico en representación de la familia recordó los hechos que le hicieron salir del país hacia Nueva York a casa de una tía al ser perseguido en la referida tiranía, así como cuando se fue a Cuba a unirse a los guerrilleros que se estaban preparando para derrocarla.
“Mayo actuó con coraje y gallardía pero siempre apegado a los principios de Dios, mi papá nos inculcó que no se le debía rendir culto a ningún ser humano lo que nos dejó un mensaje que no debíamos rendirle honor al dictador Rafael Leonidas Trujillo Molina, lo que nos trajo serios problemas con el régimen del sátrapa”, recordó Marcelino Vargas, destacando que al ser de los pocos guerrilleros que conocía la cordillera, motivó que lo seleccionaran para que fuera el guía de las tropas libertarias.
El hermano resaltó que el héroe nacional cumplió con los principios de un humanista, que nunca le interesó el dinero pero sí se destacó por luchar y soñar hasta su muerte por lograr una patria más digna, más sensible, humana y sobre todo más equitativa.
Previo al sepelio le fue realizada una misa en la Iglesia San Antonio de Padua, oficiada por monseñor Antonio Camilo, obispo emérito de La Vega, quien resaltó sus dotes humanistas y su desinterés por lo material.
En la iglesia, su hija Isabel Vargas, en representación de sus otros seis hermanos, agradeció a las personas que se han unido a la familia en este momento de dolor, y recordó que su padre fue un hombre con un alto nivel de nacionalidad, que llegó a este mundo sin nada e igual se fue sin nada material, y que nunca le pasó factura al país al que vino a enarbolarlo.
“Recuerdo que siempre me decía: Hija, lucho día a día para que nadie les haga bajar la cabeza en mi nombre y hasta el día de hoy todos decimos con orgullo soy hija de Mayobanex Vargas, hombre con un coraje y valentía escasa en estos tiempos. Desde pequeños nos sembraste el amor a la patria, sembraste en nosotros un legado, al cual le daremos continuidad, que es la mejor manera de rendirte tributo”, expresó.
Asimismo, Isabel Vargas recordó que su padre fue un hombre sencillo, humilde, con un corazón con un valor incalculable.
Efemérides Patrias
Juan Daniel Balcácer, presidente de la Comisión Nacional de Efemérides Patrias, expresó que el mayor legado que deja es que fue un luchador que ofrendó su vida a cambio de nada para que el pueblo pueda vivir en libertad.