Flexible, como polvo, que toma la forma del viento, que camina de su mano a buscar la felicidad que se mece sobre el horizonte. Tan humano que, le baste tu mano, un toque, un latido, un suspiro, tu paz. Tan frágil que sólo halle seguridad en ti, al pulso del sol y al parpadear de la luna. Humilde, que admita que la extravagancia es simple desparpajo, y la vanidad el error más caro, que la mentira cuesta más que la verdad y pesa cada paso. Que la muerte ronda cada día y duerme entre brazos vacíos. Tan sencillo que entienda, que dentro de un niño hiciste morada para mostrar la grandeza de ser pequeño y la pequeñez de creerse grande.
Señor, haz mi corazón de barro…
Flexible, como polvo, que toma la forma del viento, que camina de su mano a buscar la felicidad que se mece sobre el horizonte. Tan humano que, le baste tu mano, un toque, un latido, un suspiro, tu paz. Tan frágil que sólo halle seguridad en ti,…