Con sus pocos ajuares recogidos y otros subidos en la mesa, Nelsa González no consiguió ocultar la preocupación de que las aguas del río Ozama lleguen hasta su casa de zinc y madera, en sector Los Guandules.Aunque tanto ella como sus vecinos están acostumbrados a tener que salir corriendo cuando azotan al país fenómenos naturales, el miedo nunca escapa y la intranquilidad de no saber adónde irán a parar es lo más dramático en este vulnerable sector ubicado en el Distrito Nacional.
“Desde que dijeron que venían muchas lluvias comencé a recoger todo. Todo ya está recorrido por si tengo que salir corriendo a la escuelita del barrio, aunque me da miedo que se roben mis cositas los ladrones”, dijo la señora y madre de cuatro hijos, quien tiene viviendo en el lugar unos 38 años.
Los residentes del sector La Barquita, en Santo Domingo Este, también se preparaban ayer en caso de tener que salir de sus viviendas si el río llegaba hasta ellas, a causa de los aguaceros ocasionados por la tormenta tropical Bertha, fenómeno que ya se aleja del país.
A pesar de que las fuertes lluvias que azotaron al territorio nacional la madrugada de este domingo no acrecentaron en gran magnitud el citado río, los grandes charcos de aguas enlodadas obligaron ayer a los residentes del sector La Ciénaga a mantenerse en sus casas, tal y como dijo Ruth Mercedes.
Los comunitarios de estos sectores, que casi siempre resultan seriamente afectados por las lluvias, pidieron a las autoridades no desampararlos e ir a ayudarlos, ya que muchos de los habitantes no tienen donde refugiarse en caso de que el río crezca y llegue hasta sus viviendas.