El nuevo Santuario al Santo Cristo de los Milagros está concebido como un soporte fundamental para el desarrollo tanto espiritual como económico del municipio de Bayaguana, en la provincia Monte Plata.
Y más que Bayaguana, como soporte al florecimiento de actividades económicas de comunidades que van desde Bayaguana hasta La Altagracia, unos 114 kilómetros viajando por la carretera Mella, trayecto que se haría caminando en peregrinación desde un santuario a otro.
“La idea es fomentar el turismo espiritual, religioso, teniendo como referentes la gran cantidad de cristianos y no cristianos que visitan el santuario de la Virgen de la Altagracia en Higüey y los que van a Bayaguana al Cristo de los Milagros”, explica el arquitecto diseñador de la obra, Marcos Núñez, quien también es diácono permanente de la parroquia Santa Cecilia, del residencial José Contreras.
“Es una ruta hermosa, llena de espiritualidad, la que los peregrinos harán caminando, a caballo o en bicicleta, entre la vegetación, en contacto con la naturaleza, y ello implica que en las comunidades que hay entre Bayaguana e Higüey surjan negocios relacionados, pequeños comedores, pequeñas casas de acogidas u hoteles, donde el caminante se quede y descanse”, expone.
Núñez dice que la Iglesia católica pensó en conectar a Higüey con Bayaguana debido a que el Este es privilegiada al tener dos santuarios en tan poca distancia, lo que, junto a los atractivos naturales y propios de la región, se puede contribuir con su desarrollo fomentando el turismo espiritual y ecológico.
El santuario
Visto desde arriba o en plano el templo tiene forma de pez. Ya frente a la maqueta o viendo los detalles del modelado arquitectónico, el santuario tiene forma de dos manos cuyos dedos forman arco cuando se juntan en actitud de adoración.
El arquitecto Marcos Núñez explica que del lado derecho saldrá agua de forma permanente, en recordación del agua que brotó del cuerpo de Cristo cuando ya en la Cruz un centurión clavó una lanza en su costado. A la derecha también, una estructura simulando dos brazos levantados al cielo soportarán las cuatro campanas, que estarán programadas para tocar como lo hacen los ya legendarios comisarios de las celebraciones del Cristo de los Milagros.
A lo alto de la parte frontal del santuario habrá una inmensa cruz vacía, recordando que Jesucristo ha resucitado.
En la entrada principal del santuario habrá una representación de dos ángeles, invitando a los peregrinos a entrar. Ya dentro se podrá observar una representación del árbol de la vida y del árbol del bien y del mal, así como dos sacristías, la fuente bautismal, el altar y todo lo que es la sede y los que acompañan al celebrante, como presbíteros y diáconos.
“No importa donde las personas se sienten, verán al Cristo, porque Él estará en medio de la feligresía”, observa.
En el centro también habrá una representación del vino con el cuerpo de Cristo. El altar es de granito, con una parte pulida, que representa la divinidad, y la parte rústica, que representa la humanidad, pues los cristianos tenemos debilidades, miserias, pero que van en busca de la santidad, y de esa humanidad nuestra sale la luz de Cristo.
Camino de la vida cristiana
Un santuario es un templo o un sitio al que peregrinan numerosos fieles de una determinada religión o iglesia, y donde se veneran divinidades porque se tiene la convicción de que ésta ha hecho algún milagro o que en el templo ha ocurrido algún hecho único.
Y son muchos los testimonios de milagros del Cristo de Bayaguana registrados, por lo que cada día más peregrinos acude a pedirle, y es por ello que el nuevo templo ha sido diseñado pensando sobre todo en la espiritualidad y tradiciones del pueblo cristiano.
Marcos Núñez dice que en el lado izquierdo habrá una rampa para que los peregrinos caminen hacia el Santo Cristo de los Milagros. Al comenzar a subir la rampa encontraremos la Anunciación (cuando el ángel anuncia a María que va a ser madre), la visitación (cuando María visita a su prima Isabel), el nacimiento de Cristo, las bodas de Caná (Jesús hace su primer milagro), el Sermón de la Montaña (cuando Cristo enseñó el Padre Nuestro), el Buen Pastor, el Bautismo de Cristo por su primo Juan, la Transfiguración, la Santa Cena, la Pasión, Crucifixión y Muerte.
Luego, bajando la rampa estará la Piedad, cuando bajan a Cristo de la cruz y su madre María lo recibe en sus brazos; la Resurrección, los discípulos de Emaús (primera aparición de Jesús en condición de hombre luego de haber resucitado), Pentecostés y la Asunción, la Venida del Espíritu Santo, el testimonio y martirio de los apóstoles; la historia del pueblo de Bayaguana, en un vitral de más de 10 metros de altura, representaciones de santos como Pablo, Agustín y Francisco de Asís, y por último el Juicio Final, ya que el objetivo final de todo cristiano es tener un encuentro cara a cara con el Señor.
Pero aún falta mucho
Sin embargo, desarrollar el proyecto luce aún lejano. El santuario al Cristo de Bayaguana, como también se le llama al Cristo de los Milagros, está a medio construir y falta mucho dinero.
La estructura principal está muy avanzada. Hace una semana se trabajaba en el campanario y se estaba a la espera de que se terminara el domo o cúpula para proceder a instalarla. Los pisos, puertas, ventanas y vitrales ya están en almacén. Faltan los asientos para acoger a unas 1,500 personas. Falta también la construcción de las casas de los sacerdotes, un anfiteatro, los parqueos, salones de reuniones, la biblioteca, y sobre todo, dinero.
Devoción al Cristo es por sus milagros
El Santuario del Cristo de los Milagros tiene su historia. Se cuenta que en 1605 cuando el rey de España Felipe III ordenó al gobernador de La Española, Antonio de Osorio, despoblar y devastar la parte occidental de la isla para trasladarla hacia la parte cercana de Santo Domingo como forma de aniquilar el contrabando en la zona, miles de pobladores del Este fueron desplazados a otras zonas. Algunos pobladores conservaban la imagen de un Cristo aparecida en 1494 en el río de la comunidad de Yaguana y que fue encontrada por una niña, que se la llevó a su madre ciega y quien al tocarla recuperó la visión. En su huida, la imagen del Cristo cayó al suelo y los pobladores interpretaron esto como una señal de que ahí debían establecerse. Allí se levantó la humilde capilla que para 1608 se convirtió en una iglesia parroquial con la colaboración económica de los creyentes. Hoy en día los feligreses le atribuyen cientos de milagros, y cada último viernes de cada mes y los días 28 de diciembre miles de personas acuden a presentarle al Señor sus problemas o agradecer los favores concedidos.
Comisarios les ponen colorido a las fiestas
Un momento emotivo de las celebraciones al Cristo de Bayaguana de los días 28 de diciembre es la entrada al pueblo de los comisarios del Santo Cristo que recorren la región recolectando los toros que los creyentes han ofrecido como expresión de gracias, por favores recibidos o como manifestación de fe y devoción. En el amanecer del 28 de diciembre, los jinetes, toreros, comisarios y creyentes entran al pueblo de Bayaguana con sus toros, los cuales son llevados al templo como ofrenda, entre cantos, rezos, alabanzas, y regocijos, en una procesión encabezada por los comisarios a caballo, la banda de música, los fieles y los toros ofrendados, recorren las calles con el alboroto de los fuegos artificiales y la solemnidad de su fe.